La tercera edad y/o a la cuarta edad  constituye, para el ser humano, una etapa de la vida que refleja un reto de amor y espiritualidad, de aceptación y de respeto, de asentir y de mirar; de soltar y obtener paz; de sabiduría y dignidad;  de dolor y alegría, de tristeza y de felicidad; de estar en uno y estar presente en la prolongación de la vida con los hijos, nietos y biznietos en muchos casos. Es saber que se pertenece a un sistema familiar con toda una historia.

Queda para estas etapas de vida, el estar presente en ella con el alma. A veces íntegra, a veces rota, con aceptación de la edad y sin miramientos  de otra índole que no sea todo aquello que le produzca paz. ¿Y cómo se puede llegar a tan hermoso quehacer cotidiano?

Simplemente con el Sí a todo lo que es, tal cual es; el Sí se constituye en la puerta de la reconciliación con la historia de vida, el Sí  permite dar paso a que la persona esté en el lugar que le corresponde; como padres, abuelos, bisabuelos, etc.; el Sí  a la aceptación de todo lo que pudo hacer la persona hasta llegar a estas etapas de la vida. El Sí para permitirse el derecho a tener un momento de felicidad,  o para enfrentar la crisis de salud. El Sí para la bailoterapia o para los paseos; para hacer del alma ese espacio del SER.

Las personas en estas etapas de vida se vuelven vulnerables y a veces sienten que no tienen un espacio en la sociedad al ser olvidados y maltratados, cuando realmente son personas con tanta sabiduría y dignidad que solo corresponde hacer uso de esa fuente vasta de conocimiento, para que en conjunto todos y todas estén en la misma sintonía de vida y llenas de respeto.

El hombre como ser superior, situado por encima de los demás seres de la naturaleza, ha sido el paradigma dominante en la cultura judeo-greco-cristiana. El cambio de este paradigma y la consecuente visión del hombre como parte de la naturaleza y un “ser junto a los otros seres” (no por encima de ellos), plantean la necesidad de nuevos estilos de vida, nuevas formas de vivir-envejecer que reconozcan y respeten los derechos de la Naturaleza. (O)