Punto de vista
El patrimonio cultural estimula la economía
Como jefa de Unidad de la Comisión Europea, Birgit De Boissezon, es responsable del área de Manejo Sostenible de los Recursos Naturales, en la Dirección General de Investigación e Innovación. Esta Unidad, con el apoyo de Horizonte 2020, define e implementa objetivos para gestionar soluciones que aumenten la capacidad de recuperación económica, social y ambiental de un territorio.
La Unidad se centra en mejorar la gestión de riesgos de las ciudades, en la adaptación del cambio climático, la restauración de la biodiversidad y los ecosistemas, el patrimonio cultural, y la mejora de la salud humana y el bienestar. Durante tres años, De Boissezon fue asesora de investigación en la representación permanente de Dinamarca ante la Unión Europea en Bruselas, después de seis años de trabajar en el Ministerio de Investigación de Dinamarca.
Es bióloga de profesión y en el conversatorio del Hábitat III en el que participó (junto con Eric Huybrechts, Francesco Bandari, Luis Bank y Minja Yang), señaló que promover el patrimonio cultural en las naciones brinda la oportunidad de crear trabajos y garantizar desarrollo económico; provoca una mayor cohesión social; y garantiza sostenibilidad en el ambiente.
“El patrimonio cultural es una fuerza importante para la Europa del siglo XXI. No solo es en el corazón de lo que significa ser europeos, sino que tiene un fuerte componente de desarrollo económico, que afecta la vida de la gente y el ambiente en el que viven”, señaló.
También indicó que la evidencia ha demostrado que la modesta inversión en patrimonio cultural puede generar dividendos. Estas declaraciones son parte de las conclusiones del Grupo de Expertos en Patrimonio Cultural, establecidas en el programa de trabajo 2014, cuyo eslogan fue: “acción por el clima, el medio ambiente, la eficiencia de los recursos y las materias primas“. (O)