Punto de vista
El mundo en contra de la mutilación genital femenina
La Asamblea General de Naciones Unidas, a través de la Resolución A/RES/67/146 de 20 de diciembre de 2012, declaró el 6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, como un mecanismo que insta a los países del mundo a enfrentar esta grave violación de derechos humanos, principalmente a la integridad física de niñas y mujeres, independientemente de justificaciones religiosas, culturales, sociales o de cualquier otra naturaleza que se pretenda argüir.
La mutilación genital femenina comprende un conjunto de procedimientos dirigidos a alterar o dañar los órganos genitales femeninos, por razones “culturales” de buena crianza y preparación para la vida adulta y el matrimonio; para “guiar” un comportamiento sexual adecuado, relativo a la virginidad prematrimonial y la fidelidad matrimonial, bajo el supuesto de ayudar a la mujer a “resistirse” a los actos sexuales ilícitos; todos estos argumentos construidos desde una perspectiva social y cultural patriarcal que evidencia una violenta e inequitativa relación de género en las sociedades que lo practican.
Según Naciones Unidas, cerca de 140 millones de niñas y mujeres sufren las consecuencias de la mutilación genital femenina, de las cuales 92 millones se encuentran en África. En particular, 4 millones de niñas menores de 14 años han sufrido la ablación, principalmente en Gambia (56%), Mauritania (54%) e Indonesia, donde cerca de la mitad de las niñas de 11 años han padecido esta práctica.
Los esfuerzos de agencias como UNFPA y Unicef que llevan adelante iniciativas como el Programa Conjunto sobre la Mutilación Genital Femenina, para acelerar su eliminación y enfrentar sus consecuencias, han logrado que algunos países aprueben leyes que prohíben la mutilación genital impulsando políticas públicas para su erradicación; lo cual sumado a la Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas A/RES/69/150 de diciembre de 2014 que plantea intensificar los esfuerzos mundiales para la eliminación de la mutilación genital femenina, constituyen esfuerzos a los que debemos sumarnos autoridades y entidades públicas, organizaciones civiles, gremios profesionales, partidos políticos, congregaciones religiosas, líderes sociales e intelectuales.
El compromiso que asumió el mundo entero a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible demanda de todos los sectores de la sociedad una lucha cotidiana y estructural contra todas las formas de discriminación y violencia en contra de las mujeres y niñas.
Aunque situaciones como estas puedan parecer lejanas, es necesario conversar de estos temas en familia, construir desde nuestra conciencia y generar esfuerzos, que por más simples que sean, nos permitan alcanzar un puente sólido e interactivo entre África y el mundo para acelerar la erradicación de la mutilación genital femenina antes de 2030. (O)