Este año celebramos el décimo aniversario de la Carta de los Derechos Fundamentales y el trigésimo aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Sin embargo, estos derechos siguen siendo cuestionados en todo el mundo. Concretamente, los niños y los jóvenes siguen siendo las principales víctimas de las violaciones de los derechos humanos. Son obligados a buscar refugio, reclutados como soldados, forzados a trabajar o separados de sus familias en contra de su voluntad.

En muchos lugares del mundo, los ciudadanos se están movilizando en favor de los derechos humanos. Los defensores de los derechos humanos salen a las calles para exigir el respeto de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Los jóvenes, en particular, son cada vez más activos en la lucha por sus derechos y su futuro.

En este panorama mundial cambiante, la Unión Europea sigue siendo el más firme defensor del sistema multilateral, que es el pilar de la promoción y la protección de los derechos humanos. La Unión Europea reforzará su arraigado compromiso, prestando especial atención a nuevas cuestiones como la inteligencia artificial o el cambio climático.

La UE reafirma su firme adhesión al pleno disfrute de los derechos humanos por todas las mujeres y niñas. La implicación reforzada de la Unión Europea como actor global ha dado importantes frutos en el Consejo de Derechos Humanos y en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019.

En concreto, la contribución de la Unión Europea ha permitido avanzar en los derechos del niño y en la libertad de religión o creencias y crear consenso en torno a la problemática situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea, Myanmar/Birmania y Siria. La Unión Europea ha seguido colaborando con la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos, el mundo académico, el sector privado y otros muchos actores para avanzar en la agenda de los derechos humanos.

El Foro UE-ONG, que se celebró en Bruselas los días 3 y 4 de diciembre y que contó con la participación de unos 200 activistas de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos, exploró el papel de la Unión Europea a la hora de propiciar un futuro medioambiental justo e hizo recomendaciones sobre posibles acciones específicas. La gestión de la tierra y los recursos naturales es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta actualmente el mundo.

La Unión Europea reconoce la importancia de la labor que realizan los defensores de los derechos humanos, quienes a menudo hacen frente a grandes adversidades y pagan un alto coste personal. La Unión Europea hace un llamamiento a todos los socios para que permitan que los defensores de los derechos humanos trabajen en un entorno seguro y favorable, libre de obstáculos y de inseguridad.

La Unión Europea seguirá protegiendo, fomentando y respetando los derechos humanos junto con todos los países, organizaciones y personas que trabajan para ofrecer respuestas innovadoras y eficaces a los desafíos actuales y futuros. Ya hemos logrado mucho, pero es necesario hacer más. (O)