Cristiano Ronaldo se burla de España
Cristiano Ronaldo vuelve a lucir su pintoresca sonrisa acompañada de su look perfecto desde su jet privado que lo llevará de vuelta a Italia. Horas antes se ha presentado en el juzgado en Madrid para llegar a un acuerdo con Hacienda, entidad que lo encontró culpable de delitos fiscales entre 2010 y 2014 cuando era jugador del Real Madrid.
Cristiano está condenado a pagar más de $ 21 millones de multa por evadir el pago de casi $ 7 millones a Hacienda. Al salir
de la Audiencia Provincial los periodistas no paran de preguntarle si volverá al Real Madrid, le toman fotos y algunos hinchas le piden autógrafos. Nadie lo cuestiona sobre su fraude. Cristiano se va, aborda su avión privado, se toma una selfie sonriendo y sube la foto a Twitter. Cristiano se ríe de España. Ha defraudado a Hacienda por años y, según los expertos, la justicia ha sido incluso laxa con él.
Ante muchos medios y los hinchas, está blindado, tiene impunidad. La pelota sí se mancha, y este es un ejemplo. Lo triste es que Cristiano es la norma y no la excepción. Condenados por evasión de impuestos podemos encontrar a Messi, al balón de oro Modric, a Neymar, a Falcao... la lista es larga.
En el mismo juzgado a la par, Xabi Alonso, también acusado de evadir impuestos, podría no solo tener que pagar una multa millonaria sino, además, ir a la cárcel.
Sí, en el rey de los deportes la evasión de impuestos está a la orden del día. No se trata de hacer leña del árbol caído, sino de ver a los futbolistas como humanos y no como dioses. De quizás ver que, como ciudadanos, tienen obligaciones que cumplir, como pagar impuestos.
Durante la semana nos enfocamos en sus goles, en las faltas, en cómo va el equipo, en sus selfies y nos negamos a ver más allá del futbolista que admiramos.
¿Lo que haga un futbolista fuera de una cancha debería importarnos? Cada uno deberá escoger su respuesta. Lo que está claro es que quien evade impuestos se ríe del país y de sus ciudadanos.
Se burla, ya que ese dinero significa inversión en educación, salud, infraestructura y más. La admiración hacia el trabajo de alguien no puede ponernos una venda en los ojos que nos haga justificar un fraude. Como hinchas, la camiseta y la admiración -muchas veces- no nos dejan ser objetivos. (O)