Punto de vista
Carta pública a todos los candidatos a la Presidencia de la República del Ecuador
Somos miles de miles. Somos las mujeres y los hombres que nacimos en el siglo pasado, que soñamos, que reímos, que sufrimos, que hicimos lo que se pudo por un mundo mejor para nuestros hijos y nietos. No somos perfectos, ni sabios, pero somos y estamos aquí.
No crecimos con computadoras, celulares, internet, cable, facebook, ni tampoco en su momento los necesitamos. Somos del tiempo de la conversación frente a frente, de la palabra escrita en el papel con puño y letra, de la palabra que honra a la persona.
Para nosotros nada fue fácil y no por ello renegamos, salimos adelante y aquí estamos. Nos tocó vivir ese país de exclusión, sin comodidades, con poco o nada de acceso a la salud, a la educación, a oportunidades laborales. Soportamos dictaduras y gobiernos ‘democráticos’ que enriquecieron a pocos y minaron la economía de millones de familias. Sin embargo, siempre soñamos con un mañana mejor y por eso no descansamos ni nos guardamos nada para nosotros pensando en el bienestar de nuestros hijos.
Al país le dimos nuestros mejores años de vida productiva, de vida. Y lo seguimos haciendo. Si hoy los jóvenes miran un horizonte más alentador, nosotros los ‘viejos’ reclamamos también el crédito por esa herencia. No queremos homenajes, no nos importan ni nos sirven de nada. Hoy tenemos 60, 70, 80, 90 años.
Detrás de nosotros vienen miles y miles. Si en la juventud nada fue fácil para nosotros, ahora menos. Sentimos a diario la indiferencia, la burla, el fastidio, el maltrato, la discriminación a todo lo viejo. No es consuelo saber que un día las cosas se invertirán y quienes fomentan estos prejuicios los vivirán, en carne propia, a la vuelta de la esquina. Ese no es el punto. Queremos que se cumplan nuestros derechos escritos en la Constitución, que se construya un país donde los ‘viejos’ tengamos nuestro espacio como actores sociales para seguir aportando y creando desde nuestras limitaciones y fortalezas.
Hoy exigimos y demandamos a todos los candidatos a la presidencia que incluyan a las personas mayores en sus planes de Gobierno, desde sus derechos, que no olviden que en las próximas elecciones somos más de 1’400.000 electores mayores de 65 años. ¡Nuestro voto sí decide!
Y ahora más que nunca exigimos y demandamos que se comprometan a aprobar en su gobierno la Convención Interamericana de Derechos Humanos de las Personas Mayores, instrumento legal cuyo contenido muchos candidatos desconocen y que solo Uruguay y Costa Rica han firmado.
Hoy se resalta a los niños, a los jóvenes, a la mujer. Muy bien, apoyamos todos sus derechos, son por demás justos. Pero todavía tenemos voz, la paciencia y, sobre todo, la experiencia para juntos con los niños, los jóvenes y los adultos, iniciar la revolución de los viejos. (O)