Las personas LGBTI de todas las edades en todas partes del mundo padecen violaciones de sus derechos humanos: son agredidas físicamente, secuestradas, violadas y hasta asesinadas.

En más de un tercio de los países del mundo se las puede arrestar y encarcelar (y en al menos cinco países se las ejecuta) por tener relaciones sexuales privadas y consentidas con personas del mismo sexo.

A menudo los Estados no alcanzan a proteger debidamente a los LGBTI contra el trato discriminatorio en la esfera privada, en particular en el lugar de trabajo, vivienda o en atención en salud, educación...

Los niños y adolescentes LGBTI son objeto de intimidación en escuelas y pueden llegar a ser expulsados de sus hogares por sus padres o internados por la fuerza en instituciones siquiátricas.

A las personas transgénero se les suele denegar documentos de identidad que reflejen su género, sin los cuales no pueden trabajar, viajar, abrir una cuenta bancaria o acceder a cualquier servicio.

Los niños intersexuales pueden ser sometidos a intervenciones quirúrgicas y de otro tipo sin su consentimiento informado ni el de sus padres, y como adultos también son vulnerables a la violencia y la discriminación.

Hace un año se reconoció en el país el matrimonio igualitario, lo que dio un paso importante para este grupo, por el cual dos mujeres fueron las primeras en contraer matrimonio civil. Además, en forma generalizada se establecen algunos derechos, pero no son suficiente frente a retaliaciones, menosprecio y actos impunes.

Es menester recordar que hasta el 25 de noviembre de 1997, ser homosexual en Ecuador estaba tipificado como delito. El artículo 516, inciso primero del Código Penal, criminalizaba al señalar: “En los casos de homosexualismo, que no constituyan violación, los dos reos serán reprimidos con reclusión mayor de cuatro a ocho años”.

Frente a ello iniciaron campañas para pedir la inconstitucionalidad del artículo, de manera especial tras un operativo policial en el bar “Abanicos”, de Cuenca, justamente en 1997, en el que se detuvo a decenas de homosexuales.

Al salir libres, denunciaron haber sido golpeados y violados.

Activistas lucharon hasta lograr que el 25 de noviembre de 1997 se despenalice la homosexualidad en el país. Otras reivindicaciones se dieron en la Constitución de 1998, pero sobre todo en la de 2008 que nos rige actualmente. (O)