A ti, que acabas de llegar
A ti, que acabas de llegar a un país desconocido, que no sabes qué pasará después, que extrañas a tu país y a tu familia, pero que lo arriesgaste todo para encontrar un futuro mejor; quiero decirte que no estás solo. Tal vez el paisaje que observes parezca desolador y puedas creer que nadie está contigo para ayudarte, pero no te rindas.
Te encontrarás a gente que te acusará de situaciones que no son tu culpa, que te pedirá que te vayas, pero créeme que también encontrarás a alguien que confiará en ti, que sabrá lo que vives y te ayudará sin pedirte nada a cambio, porque la bondad y la empatía también existen.
Te prometo que en algún momento todo pasará y recordarás todo lo que viviste como una anécdota más, de esas que cuentas cuando te reúnes con la familia o con amigos.
Y estarás tranquilo porque te lo mereces, porque tú trabajaste para conseguir todo lo que tienes, el esfuerzo será tu mejor aliado y la perseverancia te ayudará a abrir nuevos caminos y oportunidades. Pero sobre todo recuerda que lo que haces es por ti y tu familia, y habrá valido la pena. (O)