Elecciones 2017 || Investigación
$ 3.700 millones dejaría de percibir el Estado por zonas francas
El candidato presidencial de la alianza CREO-SUMA, Guillermo Lasso, ratificó su oferta de establecer zonas francas de turismo en el país, con el propósito de dar incentivos a la inversión extranjera, dinamizar la economía y, sobre todo, generar fuentes de empleo.
El ofrecimiento está plasmado en la página 42 del Plan de Gobierno que presentó al Consejo Nacional Electoral (CNE), donde precisa la decisión de “canalizar el potencial turístico creando zonas francas de turismo para que inversionistas locales e internacionales tengan incentivos tributarios para mejorar la oferta turística”.
En sus diferentes intervenciones y consultas de la prensa, ha explicado algunos detalles, como por ejemplo priorizar zonas francas en Manabí y Esmeraldas “para estimular la inversión privada”. Estas provincias fueron afectadas por el terremoto del 16 de abril de 2016.
Pero además, el 2 de diciembre dijo a la prensa manabita que va a “crear la Ley de Zona Franca de Turismo en todo Ecuador para que la inversión no pague aranceles, ni IVA ni impuesto a la renta en 30 años”, esto incluye a los nuevos hoteles y resorts que se establezcan en todo el país.
Esta oferta, al igual que la eliminación de 14 impuestos, tiene como objetivo generar 1 millón de empleos en 4 años, lo cual ha sido su eslogan principal de campaña.
Un antecedente negativo
A fines de febrero del año pasado, la embajada de Ecuador en Roma dio a conocer que nuestro país fue retirado de la lista de paraísos fiscales en la que constaba desde 2002.
Y eso se debió a la Ley ecuatoriana de Zonas Francas de 1991. Tras ser derogada la ley, la administración tributaria italiana cambió la decisión.
El director general del Servicio de Rentas Internas (SRI), Leonardo Orlando, puntualizó que si bien el país no estaba considerado como paraíso fiscal, sí estaban las empresas situadas en ‘zonas francas’, es decir, territorios exentos de pago de ciertos impuestos.
Esa ley de zona franca fue derogada con el Código Orgánico de la Producción, publicado en el Registro Oficial en 2010, el cual tiene incentivos temporales específicos para inversiones.
Oferta de Lasso trae riesgos
Si bien las zonas francas correctamente utilizadas pueden servir para la generación de empleo, divisas y aumentar las exportaciones, en el Ecuador no han sido sino casi grandes válvulas de evasión tributaria y de abusos laborales, según Carlos Marx Carrasco, exdirector del Servicio de Rentas Internas y exministro de Trabajo.
Consideró que este sistema ha servido para evadir impuestos, no cumplir con las leyes laborales y precarizar las relaciones laborales, muchas veces con el disfraz de fundaciones o corporaciones privadas.
En declaraciones anteriores fue enfático en señalar que la zona franca no es equivalente necesariamente a un paraíso fiscal, en donde van a parar inversiones para evitar el pago de impuestos.
Al igual que la eliminación de los 14 impuestos, la creación de zonas francas beneficiaría a los empresarios y grandes inversionistas y perjudicaría a los pobres.
El Ministro de Finanzas estima que por estas iniciativas el Estado dejaría de percibir $ 3.700 millones de ingresos, lo cual debilitaría la permanencia de los servicios públicos, dado que entre el 50 y el 60% del presupuesto del Estado viene de los impuestos y está destinado, gran parte, a financiar la mayoría de las obras públicas existentes en el país.
El catedrático Juan Paz y Miño, en su obra la Historia Económica del Ecuador, señala que “el Estado tiene que hacer el gran esfuerzo de recaudar aún más impuestos sobre todo de las rentas, y particularmente a las capas más ricas de la población”, contrariamente a lo que propone Guillermo Lasso. (I)