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El Telégrafo
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Ramiro Aguilar, un agnóstico tuitero que estudió en las aulas de los jesuitas

Ramiro Aguilar, un agnóstico tuitero que estudió en las aulas de los jesuitas
Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo
06 de enero de 2017 - 00:00 - Redacción Política

PERFIL

Ramiro Aguilar nació el 31 de agosto de 1968 en Quito. Está casado con María del Carmen Alvear; tiene 3 hijos: Gabriela, 23, Ramiro Sebastián, de 18, y José Ignacio, de 16 años. Director Nacional de Rehabilitación en 1998. Doctor en Jurisprudencia Universidad Católica en 1993. Decano de la Facultad de Derecho Universidad Internacional 2012.

Lo último que hace Ramiro Aguilar antes de dormir es revisar minuciosamente el Twitter, red social de la cual se ha declarado un seguidor infallable. Cuando le propusieron ser candidato vicepresidencial por Fuerza Ecuador (FE), lo consultó primero con los 25.600 seguidores registrados en su cuenta.

Además de su actividad cibernética, desde 2010 ha trinado 36.000 veces.

Fue asambleísta hasta noviembre pasado. Llegó a la Legislatura en 2013: como único candidato nacional de la coalición del movimiento Concertación con SUMA, del alcalde de Quito, Mauricio Rodas, en ganar una curul.

Aguilar, quiteño de nacimiento, integró la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea, donde intervino en la discusión de normas como la de Equilibrio para las Finanzas Públicas, Solidaria y de Incentivos Tributarios.

Por su oposición al actual Gobierno, se declaró independiente y abandonó SUMA, pues “no estuvo de acuerdo con el supuesto acercamiento del alcalde (Mauricio) Rodas al Ejecutivo por eso salió  de la coalición”, recordó el exgeneral René Yandún, igualmente asambleísta, quien manifestó que tiene una amistad con Aguilar que se solidificó en este período legislativo.

Por eso Yandún destacó que lo conoce como un abogado magnífico, “que no ha perdido nunca un caso y que es conocedor profundo, no solo de temas domésticos, sino de geopolítica internacional; un hombre muy inteligente y culto”.

Esa opinión la confirmó Fernando Ortiz, quien conoce a Aguilar desde adolescente: “Siempre ha sido muy instruido. Recuerdo que cuando estaba en sexto curso en el colegio jesuita San Gabriel participó en el concurso Quien Sabe Sabe, programa televisivo de preguntas y respuestas en el que equipos de diferentes establecimientos educativos se enfrentaban. Ramiro lideró el triunfo del plantel en 1986, sabía todas las respuestas”.

Apenas se graduó como bachiller entró a la Universidad Católica, también dirigida por jesuitas, donde se tituló de abogado en 1991, a los 23 años. “Siempre está leyendo algún libro nuevo, por eso puede conversar a profundidad cualquier tema, aunque su especialidad, aparte del derecho, es la política”, indicó Ortiz.

El compañero de colegio considera a Ramiro muy afable: “Cuando nos reunimos con amigos, pasamos bien, es molestoso y reímos bastante,  tiene su apodo como todos, pero no puedo revelarlo sin su permiso”.

Ortiz no puede definir con exactitud la ideología de su amigo, que ya cumplió 48 años y quien en Twitter recuerda, cada vez que tiene la oportunidad, que es agnóstico. “No podría encasillarlo, pero creo que es más de izquierda, es una persona de clase media alta; no es millonario, pero vive con su familia en una vivienda cómoda en el norte de Quito. No le hace falta nada”.

José Hernández escribió en el portal político ‘4 pelagatos’, en el cual también Aguilar publicaba una columna, sobre su candidatura junto a ‘Dalo’ Bucaram que “su decisión no se entiende porque la lectura que se hace en Quito es desde las élites y que él va camino a toparse con el Ecuador profundo, sobre todo costeño, que hasta ahora no ha frecuentado, señal inequívoca de que su decisión –que ni sus seguidores aprueban– tiene motivación definida: hacerse conocer”.

Esta publicación provocó su respuesta en Twitter: “Hay gente tan negativa, tan odiadora (...) para aquellos para los cuales alguna vez fui útil y otras no. Vayan con Dios. Que la gente les lea”. (I)

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