El escenario es como un campo de batalla, donde las mutuas acusaciones se asemejan a una conflagración bélica. En esto se convierten las redes sociales cuando surgen las acusaciones mutuas y defensa a ultranza. No es un espacio para el debate de propuestas o de ideas, sino un sitio donde el fuego cruzado le cae al que apenas asoma la cabeza.

La semana pasada, una lista de presuntos implicados en el caso Odebrecht extendió el frente. Se activaron las redes sociales socialcristianas y, los acólitos de esta tienda política enfilaron sus baterías al cuartel general de CREO-SUMA, de por sí afectado con la investigación sobre uno de sus aliados, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, sobre el contrato del Metro, a cargo de la firma brasilera.

Los primeros afirman que la información provino de esa orilla, los segundos aseguran que no tienen que ver en la historia. A esto se suma que el adalid socialcristiano, Jaime Nebot (uno de los señalados en la lista) dijo la semana pasada estar dispuesto a toda investigación, pero aderezó su argumento con amenazas de iniciar acciones legales contra quienes lo imputaron.

Los candidatos Cynthia Viteri y Guillermo Lasso optaron por distanciarse de esta lucha, no vaya ser que una esquirla les llegue, más aún cuando las encuestas de opinión,  dan cuenta de que la contienda se concentra por el segundo lugar para forzar, según el cálculo, al codiciado balotaje. En algo coinciden: el candidato de PAIS, sigue en primer puesto. (O)