Pasadas las 18:30 del lunes pasado, la tarde gris de cielo encapotado empezó a oscurecerse, al tiempo que soplaba un viento frío entre los cientos de personas que se aglomeraron al frente de la tarima levantada en la calle  principal del barrio Martha Bucaram, al extremo sur de Quito, donde esperaban la llegada del candidato presidencial de Alianza PAIS, Lenín Moreno.

El postulante llegó primero al sector de La Magdalena pocos minutos después de las 17:00 en un pequeño automóvil color oscuro, donde ya lo esperaban más de 50 carros que lo siguieron en caravana por los populosos barrios del sector que están de camino al lugar en donde se levantó una tarima.

El recorrido que normalmente demoraría unos 30 minutos, se prolongó casi dos horas debido a la gran cantidad de simpatizantes y ciudadanos que al pasar de los vehículos se acercaban para estrechar la mano de Moreno y expresarle su apoyo.

En la calle principal donde colocaron el escenario, la lluvia cayó sin compasión, pero casi ninguno de los asistentes se movió mientras artistas locales animaban y distraían a los moradores que no les importó mojarse con tal de escuchar a Moreno.

Una pequeña, de aproximadamente 7 años, se guareció debajo de la carpa donde se colocaron cámaras y periodistas que llegaron a reportar el evento. La madre cargó a la niña para que subiera al pequeño entablado. “Aunque no me crea, mi hija quería venir”, comentó. “Vivimos aquí cerquita, por eso aprovechamos para venir a oír lo que dice Lenín, es una buena persona”, añadió la mujer, acompañada también por su esposo.

Personas, con los paraguas abiertos, no se movieron, mientras otras se acomodaron en  los lados de la avenida para esquivar la lluvia, parándose debajo de las cornisas de las casas, casi todas con locales.

El aguacero no desanimó a la multitud que se emocionó cuando Lenín Moreno apareció a las 19:30, vistiendo una chompa impermeable azul que ayudaba a resbalar el agua.

“Hoy he venido para manifestarles que vamos a continuar con la Revolución Ciudadana, pero la vamos a mejorar. Falta mucho por hacer, por eso hay que preguntarle al pueblo lo que quiere”, fueron las primeras palabras que acapararon la atención de los asistentes, quienes agitaban banderas y aplaudían sin cesar. La lluvia era lo de menos.

Luego, Moreno siguió desglosando sus propuestas y explicó la necesidad de créditos baratos, accesibles a los emprendedores.

“Señora de la pizzería  artesanal”, mencionó el candidato dirigiéndose a una mujer que estaba en la puerta del local cercano a la tarima, “a emprendedores como usted los vamos a ayudar con préstamos para que sus negocios mejoren y crezcan”, resaltó, frente a lo cual la aludida sonrió llevándose las manos al pecho.

Luego, el presidenciable apuntó que el crédito será también para los que recién inician un negocio y destacó la imposibilidad de que los bancos presten plata a alguien que no tiene referencias ni propiedades: “A ellos apoyaremos, lo prometo”.

También se refirió al plan denominado ‘Toda una vida’, que incluye el apoyo estatal en todas las etapas de las personas, desde la concepción hasta sus últimos días. “A nuestros viejecitos no podemos descuidarlos, a ellos no los vamos a abandonar y les daremos una pensión”, dijo levantando la voz, lo que motivó sonoros aplausos.
Además, se refirió a que en su gobierno todos los ecuatorianas tendrán seguridad social, sin excepción.

“Amigos, vamos a ganar en la primera vuelta. Estamos a pocos puntos y lo vamos a hacer. Lo vamos a lograr. A convencer al amigo, al vecino, al familiar que se resintió e indicarle todas las infamias que se han fabricado contra la gente de la Revolución Ciudadana (…). Vamos a construir un futuro luminoso”.

Al cabo de casi  una hora se despidió, en medio de aplausos.  (I)

Una nutrida caravana acompañó al postulante a la Presidencia por  PAIS, por el sector de La Magdalena hasta llegar al barrio Martha Bucaram, al sur de Quito. Foto: Álvaro Pérez / EL TELÉGRAFO