En la carta de Lenín Moreno la primera autocrítica colectiva es que “no hemos logrado llevar elementos inspiradores suficientes para cambiar el yo interior de nuestro pueblo”. ¿La obra material de la Revolución Ciudadana no ha sido suficiente para un cambio de la conciencia social?

Lo primero: hay que señalar que la carta del compañero Lenín Moreno es un documento interno de reflexión con y para la militancia, en el marco de las conferencias ideológicas que venimos llevando adelante desde febrero y que culminan en mayo de este años, para llegar al 5 de junio a la V Convención Nacional de Alianza PAIS, a realizarse en Puyo.

Este constituye un proceso inédito, de profunda movilización ideológica de la militancia y expresa el momento de madurez que vive nuestro movimiento, un movimiento joven, vigoroso que hoy se encuentra ante el reto de profundizar su ideología socialista y de izquierda moderna y sus propuestas de cara a la sociedad ecuatoriana.

El señalamiento citado apunta a una gran verdad: el cambio en las condiciones materiales de vida de nuestro pueblo, lleno de tantas y tan importantes evidencias, no genera automáticamente cambios en la conciencia. Para ello hay que trabajar expresamente en la educación de las ideas, los valores, la visión de sociedad que estamos construyendo y disputar constantemente con la arremetida ideológica de los valores capitalistas. El peor error que la izquierda puede cometer es no formar al pueblo contra los antivalores del capitalismo, contra el individualismo, la falta de ética, el todo vale y no trabajar en la conciencia de que las escuelas, centros de salud, vías de primera, vivienda, empleo, etc.., etc... son parte de una visión y un proyecto de sociedad distinto al capitalista, un proyecto solidario y justo. Y ese es el papel fundamental, diría yo, del movimiento político.

Lenín señala algo muy cierto, que es logro de la Revolución Ciudadana y es parte del cambio del yo interior del pueblo: hoy tenemos un pueblo con autoestima y esperanza. Pero reclama un paso adelante y es un pueblo con valores socialistas, capaz de sostener este proceso de largo aliento.

¿Hasta dónde es cierto que se ha fallado en la formación política desde y en Alianza PAIS?

Hemos ido de menos a más. Los primeros años fueron de intensos procesos electorales, años que demandaron asumir tareas políticas, como la Constituyente y el arranque del gobierno de la Revolución Ciudadana, lo que concentró toda la energía de los cuadros de Alianza PAIS. Si uno pone en perspectiva, no podía ser de otra manera, sin embargo, siempre ha estado en nuestra mirada la tarea ineludible de la construcción ideológica y política del movimiento, el desarrollo de cuadros, y la formación política como una tarea, no solo permanente sino prioritaria.

Para conducir un proceso de cambio, se requieren miles de cuadros formados a todo nivel, nacional, local. Recordemos que las elecciones de 2014 nos dejaron también este aprendizaje, necesitamos muchos más cuadros para el nivel local. Hoy tenemos escuelas de formación política en todo el territorio y mecanismos de capacitación política sobe todo con la juventud.

Se trata de tener sólidas convicciones sobre la política como servicio y búsqueda del bien común, la ética política, el modelo de desarrollo, los valores de una sociedad socialista, los elementos programáticos que nos definen.

El compromiso de Alianza PAIS es ofrecerle al país cuadros de primera siempre, líderes y lideresas formados en la nueva política, en los nuevos valores, capaces de enarbolar sus mejores luchas y desafíos.

Un eje central de la crítica del exvicepresidente es que se requiere de “mucha más sociedad, más corresponsabilidad”. Si fuese así, ¿ha faltado tiempo, perspectiva histórica o ha sido muy díficil pasar de recuperar el Estado a una construcción de una sociedad más dinámica y politizada?

Es un tema de fases, de un proceso de largo aliento. Pero es claro que una transformación verdadera solo puede darse si se da un cambio en las personas que componen una sociedad. Hay que hacer una Revolución de la Sociedad, cada grupo y persona tiene que poner su parte para lograr una vida de igualdad y calidad.

Hemos enfrentado con éxito la etapa de recuperación del Estado y desde el Estado se está construyendo un nuevo país, pero no se puede avanzar si la ciudadanía no asume su responsabilidad en el proceso. Hay que complementar un modelo de Estado que sirve a la sociedad con una sociedad que se compromete con el Buen Vivir. Esto significa reemplazar relaciones clientelares y asistencialistas por las de corresponsabilidad, con un gran tejido social, con organizaciones sociales democráticas comprometidas con el país. Se requiere un cambio cultural que fortalezca los valores personales, sociales y culturales.

Cuando Lenín Moreno reflexiona sobre el rol de la cultura, ¿PAIS no considera que ese aspecto ha sido descuidado al punto, por ejemplo,de que en 9 años no se ha podido elaborar y aprobar una Ley Orgánica de Cultura?

Esa Ley es sin duda un instrumento importante que debemos tener y entiendo está bastante lista. (Recordemos que, en la anterior legislatura, otras fuerzas políticas no facilitaron su concreción.) Pero más allá de ello, la cultura, que es ante todo promoción, suscitamiento, ha tenido impulsos decisivos con la Revolución Ciudadana. Hemos sido el primer gobierno que emitió una emergencia patrimonial para salvar y recuperar nuestro patrimonio, y generamos políticas a su favor como nunca antes en la historia. Y no solo del patrimonio material, sino inmaterial, como las lenguas, tradiciones y la diversidad de expresiones de nuestras nacionalidades. A más de haber creado el Ministerio de Cultura y otras entidades importantes, como el Consejo de Cine, la Ley de Comunicación por primera vez obliga a la igualdad de oportunidades para la difusión de la producción nacional, todo lo cual está generando lo que queremos sea una vigorosa industria cultural y la expresión en toda su potencia de la creatividad cultural de los ecuatorianos. Estamos convencidos de que la cultura y una sólida identidad son fundamentales en los procesos de construir nuevas sociedades, por ende es un compromiso de primer orden para Alianza PAIS.

¿Y lo mismo no se podría decir de la Amazonía? ¿Hasta dónde es cierto aquello de que la institucionalidad creada ha fallado?

Considero que el espíritu de los señalamientos de Lenín y de muchos líderes que participan en este proceso, más que reclamos al pasado, están planteados como desafíos al futuro. Nuestra revolución está transformando la Amazonía, no cabe ninguna duda, la mayor inversión de la historia del país para esta región, que ha sufrido tanto abandono y pobreza, la ha hecho la Revolución Ciudadana. Tenemos hoy mucha más equidad y oportunidades, pero en la Amazonía, como región especial, es fundamental la convergencia de todos los niveles de gobierno y actores sociales, acordando líneas estratégicas de desarrollo y superando posturas poco coherentes, como exigir más recursos petroleros, pero oponerse a la explotación.

¿Qué puede decir de que como movimiento político se han alejado de algunas organizaciones de mujeres, de indígenas y de ecologistas, tal como critica Lenín Moreno?

Los movimientos sociales son diversos y heterogéneos, por lo tanto no se puede hablar de una sola posición desde su interior. No solo en Ecuador, sino en general en los procesos de cambio de Latinoamérica, hay sectores del feminismo, del indigenismo, de los ecologistas, muy compenetrados con visiones dogmáticas, con visiones del todo o nada, que se han distanciado de los proyectos políticos progresistas.

Creo que son ellos y no nosotros los que nos hemos distanciado. Y encuentro que es un fenómeno inevitable, dada la matriz de pensamiento y de funcionamiento de estos grupos a los que hago referencia, fuertemente sustentados por ONG y agendas internacionales.

Evo, el primer presidente indígena de Latinoamérica, no ha podido evitar el tener grupos indígenas opositores. Reitero, porque no son colectivos homogéneos ideológicamente, sino donde se expresan también la derecha, el neoliberalismo y otras agendas.

Frente a ello, creo que es muy interesante para la Revolución Ciudadana tener el apoyo de los grupos GLBTI, de otros colectivos femeninos, como las trabajadoras del hogar, las mujeres jóvenes, campesinas, recicladoras, etc... cuyas nuevas demandas son acogidas entusiasmente y reivindicadas dentro de una visión de justicia social que está en la base de nuestras convicciones.

A pesar de contar con un líder que entre sus mayores virtudes está el ser un gran comunicador, Moreno señala que hay errores en la comunicación. ¿Cómo asumir este señalamiento para los meses y años venideros?

La comunicación en general y la política en particular son campos muy dinámicos y en rápida evolución, porque la sociedad misma está cambiando y funciona en forma creciente, en redes horizontales. El conocimiento y las ideas circulan más rápido, se tiene más acceso a datos como nunca antes en nuestra historia. Por todo ello, para el ejercicio de la nueva política, la comunicación de doble vía, el diálogo directo con los ciudadanos es un reto constante. Alianza PAIS comprende que el reto ahora y en los próximos años, frente a una ciudadanía más crítica, más autónoma, funcionando en redes digitales, con formas de comunicación más directas y horizontales, es que desarrollemos nuestras propuestas con una comunicación en renovación constante. Considero que hemos sido muy exitosos comunicacionalmente, logramos plasmar los sueños e ideales de la sociedad, pero debemos seguir trabajando con creatividad, con transparencia y, sobre todo, disputando la verdad en medios y redes. Si nuestra esencia es el servicio público, comunicar más y mejor serán siempre tareas clave.

Al mismo tiempo contrasta con lo señalado encontrar un poder mediático abusivo e inescrupuloso que utiliza la tergiversación y mentira constante para desacreditar nuestros proyectos políticos progresistas. Por todo ello, la comunicación es un campo en disputa fundamental.

Finalmente, Lenín Moreno propone evaluar el modelo organizativo de PAIS y sugiere superar la lógica de partido y abrirse a los movimientos sociales y políticos “que comparten los principios básicos de proyecto político”?

Alianza PAIS es sin duda un movimiento político de nuevo tipo, tanto en su estructura organizativa como en sus propuestas programáticas que nada tienen que ver con la vieja izquierda dogmática y sin vocación de poder. Innovamos constantemente, siempre sintonizados con la dinámica de la sociedad, y por ello Alianza PAIS ha sido capaz de proponer tesis creativas en políticas sociales, en economía, en ecología, en política, que se debaten, incluso, a nivel internacional. En nuestro diseño organizativo tenemos comisiones de movimientos sociales desde el nivel nacional hasta el parroquial, justamente para garantizar esta vinculación sólida y estrecha con las organizaciones sociales que creen en nuestro proyecto. Esto debe desarrollarse constantemente. Y a nivel de fuerzas políticas, la iniciativa del Frente Unidos es exitosa que la hemos liderado y que enriquece el proyecto con las voces, ideas y propuestas de 14 movimientos políticos. A nivel internacional, ELAP (Encuentro Latinoamericano Progresista) nos han permitido este intercambio y enriquecimiento con 70 partidos de izquierda y progresistas de América Latina y el mundo. Diría que tenemos un consenso con la formulación que Lenín hace de jamás reproducir los vicios de los partidos, el sectarismo, las lógicas de grupo, las cúpulas cerradas.

Por ello, Alianza PAIS despliega cada vez más el concepto de organización política del siglo XXI: funcionamiento horizontal y en red de toda su militancia, aprovechando la conexión que los cambios tecnológicos nos permiten, y donde lo que nos cohesiona no son las jerarquías, si no la gran causa que construimos y por la que luchamos: un Ecuador justo, con igualdad de oportunidades. Un país del Buen Vivir de todos. (I)

El exvicepresidente Moreno pide hacer una reflexión autocrítica a Alianza PAIS

En una carta dirigida a la secretaria ejecutiva de AP, Doris Soliz, el exvicepresidente Lenín Moreno pide al movimiento reflexionar sobre su rol en la sociedad y el país. “Debemos ser autocríticos y reconocer que en estos años no hemos logrado llevar elementos inspiradores suficientes para cambiar el yo interior de nuestro pueblo...”; “nuestras estrategias de comunicación y formación política no han sido suficientes para transformar al individuo”, escribió el delegado especial de las Naciones Unidas para las personas con discapacidad. Moreno ostenta este título desde 2013 y a través de él comparte la experiencia del programa ‘Ecuador sin Barreras’, convertida en una política de Estado.

Según Moreno, el país necesita un “amplio acuerdo nacional por el empleo y la producción”, porque “la principal preocupación de la población es la situación económica y el empleo digno”. Y agregó que deben ser los empresarios y emprendedores que, sobre la base de la infraestructura que edificó el régimen, “quienes deben convertirse en el motor central de la transformación productiva que demanda Ecuador”.

La carta está firmada con fecha del 30 de marzo de 2016, y empieza con una felicitación por el avance de las alrededor de 1.500 conferencias ideológicas que ha realizado PAIS a escala nacional. “Es invalorable que hasta el 15 de marzo más de 35.000 voces, voluntades e ideas se han juntado en este preciso momento para pensar en el Ecuador del futuro, que empieza hoy.

El plan de gobierno que surja de este proceso debe llevarnos a todos a soñar”, indica el exsegundo mandatario. A continuación, Moreno describe 15 reflexiones para el movimiento de gobierno, a las que considera no críticas, sino aportes al plan de gobierno, “tal como me han solicitado”. El próximo 5 de junio, AP tiene previsto reunirse en Puyo para definir y presentar su plan de gobierno final, de cara a las eleciones presidenciales de 2017.

En la primera de las 5 páginas, Moreno estipula que es necesario contar con una visión nacional sobre los grandes desafíos en educación, salud y el sector fiscal. “No podemos olvidar que cada parroquia, cada cantón, tienen sus particularidades, sus necesidades, su visión propia del Ecuador que queremos”.

Para Moreno, el país necesita de un plan de gobierno que refleje las visiones de los diferentes actores políticos: mujeres, pueblos, nacionalidades, jóvenes, empleados públicos, etc. “Debemos hacer una reflexión autocrítica de nuestras relaciones con cada uno de ellos. Un diálogo permanente, el ejercicio de escuchar y comprender es fundamental”.

Moreno también plantea preguntarse: “¿Qué nos ha alejado de algunas organizaciones de mujeres? ¿Qué nos ha alejado de algunos sectores del movimiento indígena?”. Para él, se trata de construir un plan de gobierno con una mirada y comprensión nacional de lo que el país requiere con base el interés común. “Tenemos la enorme ventaja de partir de un país transformado por nuestra revolución”, reconoce el exvicepresidente.

Moreno también pide emprender una verdadera cruzada de formación política, “que no debe ser entendida de ninguna forma como adoctrinamiento, sino como la entrega de elementos, análisis, información, para que los ciudadanos actúen de manera consciente”.

En el séptimo punto de la carta, Moreno reflexiona que el movimiento no ha podido cambiar el yo interior del pueblo. “Frei Betto decía en enero de este año en La Habana que el descuido de la transformación ideológica es la causa de los retrocesos de los gobiernos progresistas de la región. Hemos descuidado al individuo, su formación, su toma de conciencia social”.

En el apartado de sus reflexiones específicas, recomienda que el país necesita de un acuerdo nacional por el empleo y la producción. “Debemos activar las inversiones que sostengan, promuevan y diversifiquen el crecimiento sostenible de nuestra economía con soberanía y regulación del Estado”.

Moreno destaca que los empresarios y emprendedores deben ser el motor central de la transformación productiva que demanda el país, “para no estar sujetos a los vaivenes internacionales que hacen más vulnerable a la economía primario-exportadora”.

El exvicepresidente también pide profundizar en una reforma agraria y en la producción de empleo para los jóvenes que se gradúan cada año. Sobre el rol del Estado, cita a las reflexiones de Emir Sader, “la disputa de la izquierda no es simplemente para rescatar el aparato estatal. Es para fortalecer las políticas sociales, los bancos públicos, democratizar el sistema tributario, rescatar y fortalecer empresas estratégicas... es para desarrollar un discurso democrático, público, popular y soberano”. (I)