En 2016, Ecuador registró 448 asesinatos con arma de fuego. La cifra equivale a 98 casos menos que en 2015, la más baja de las últimas tres décadas. La principal causa: la regulación y el control de uso de armas.

A ello se suman políticas de seguridad ciudadana, como inversión pública, profesionalización de la fuerza pública, reformas legales, el programa de ‘Los más buscados’, operativos antidelincuenciales y la apertura de la línea gratuita 1800 Delitos.

Organismos internacionales ubican a Ecuador como el segundo país más seguro de América Latina, después de Chile. En 2016, la tasa de muertes violentas u homicidios se ubicó en 5,6 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2008 la tasa llegó a 18,74 por cada 100.000 habitantes. La meta de este año es llegar a 4,9 casos.

El ministro del Interior, Pedro Solines, el 28 de febrero pasado sostuvo que por cada punto porcentual que se reduzca “se evitan 162 muertes violentas” a nivel nacional. Otra de las estrategias fue descentralizar las unidades especializadas, que ahora cuentan con servicios específicos, como laboratorios de criminalística y el sistema tecnológico-estadístico ‘David’.  

El candidato presidencial por el movimiento CREO, Guillermo Lasso, entre sus ofertas de campaña, plantea facilitar que en las zonas rurales los ecuatorianos porten armas. “Vamos a modernizar aquellas leyes que a ustedes les prohíben el porte de armas en el campo para proteger a sus esposas e hijos; vamos  a permitirles a los campesinos ecuatorianos que puedan defender a sus esposas, hijos, hijas, como varones”, señaló Lasso, en una efusiva intervención el 16 de noviembre de 2016, en un encuentro con agricultores y ganaderos de Guayas.

En declaraciones posteriores, Lasso sostuvo: “Es una posición extrema decir que quiero armar al campesino, lo que busco es seguridad en las zonas rurales. Creo que tenemos que ser ya mayorcitos y maduros para debatir temas serios”.

Y subrayó que sus ofertas “no tienen el objetivo de crear fuerzas paramilitares o armar a los campesinos, sino proteger a esas familias”.

Patricia Cabrera, presidenta de la Asociación de ganaderos de Esmeraldas, rechazó la propuesta. “Además de ser un comentario sexista; en mi caso, mi madre es viuda y somos 3 mujeres a cargo de 2 haciendas y las defendemos muy bien. En el campo también estamos las mujeres, por eso no quisiera que en el país haya gente sin escrúpulos portando armas”.

El presidente de la Federación de Organizaciones Montubias de Ecuador, Marco Calderón, considera que no es conveniente la propuesta del candidato porque con gente armada, en cualquier momento y ante pequeñas riñas, el resultado sería muertos y heridos.

“Como estamos ahora estamos bien, ya que se ha logrado bajar el índice de muertos”, manifestó, al recordar que en el campo los campesinos tienen la facilidad de afiliarse a las asociaciones ganaderas y con ello optar por el permiso de portar un arma para la defensa de sus propiedades.

El ofrecimiento causó preocupación y se produce cuando en el país las cifras de porte de armas han bajado considerablemente.

Según la Policía Judicial, en 11 años (2003-2014), el registro de armas entre civiles cayó de 47.499 a 29.716 unidades.

En Ecuador existen 240.000 armas de diverso calibre registradas, el 50% de ellas en poder de empresas de seguridad privada, según los archivos del Sistema Informático de Control de Armas, herramienta del Departamento de Control de Armas del Comando Conjunto de las FF.AA.

Uso de armas induce al delito

Cuando hay más posesión de armas y legislaciones débiles, los resultados son el incremento de asesinatos, estupros, violencia doméstica, robos y más crímenes violentos. Esa es una de las conclusiones del foro ‘El control de armas y su gestión de la violencia y la delincuencia’, que se cumplió en noviembre pasado en México, donde también se determinó que un tercio de las muertes en el mundo es cometido con armas de fuego.

Ilona Szabó de Carvalho, experta internacional en control de armas, destacó que estudios internacionales muestran que América Latina es una de las regiones más violentas. “Tenemos 8% de la población mundial, pero 33% de los asesinatos globales con armas de fuego”.

México, Colombia y Brasil engloban el 20% de todas las muertes violentas. Para la experta, Estados Unidos, un país considerado desarrollado, registra el mayor número de homicidios por arma de fuego en el mundo. “Si se comparan las estadísticas de las 30 naciones más ricas del planeta, juntas tienen menos homicidios que en Estados Unidos”.

Así lo afirma tomando como referencia un estudio de Harvard, que indica que el uso de armas en Estados Unidos es muy común y la tasa de homicidios por arma de fuego es 70 veces más alta, así como la tasa de suicidios, que es 35 veces mayor que la de Reino Unido.

En este encuentro, la senadora mexicana y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica de la Peña, aseguró que legalizar el porte de armas para la defensa personal en transporte y negocio “es una salida artificial al problema de la inseguridad”.

Por esta razón, expertos recomiendan mayor regulación y control sobre el uso de armas de fuego.

A su vez, en Honduras, cada dos horas se produce un asesinato por arma de fuego, según el último reporte del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), el cual señala que las matanzas y asesinatos múltiples registraron, en esa nación, un aumento de 44% en lo que va de 2017.  

Migdonia Ayestas, directora del Observatorio, indicó que entre el 1 de enero y el 12 de febrero de 2017 ocurrieron 13 masacres en las que 45 personas perdieron la vida. Entre tanto, en el mismo período del año pasado se contabilizaron 9 de esos incidentes violentos, con un saldo de 33 víctimas.

Tegucigalpa y La Ceiba son las tres ciudades donde se reportan más homicidios en Honduras. La mayoría de los asesinatos se produce con armas de fuego. (I)