¿Cómo ve Alianza PAIS las denuncias de fraude y las protestas?

Es importante decir que las elecciones las ganó el pueblo ecuatoriano y la democracia triunfó el domingo 2 de abril. En toda elección hay un ganador y un perdedor y lastimosamente hemos tenido intentos de desestabilización y calentamiento de calles. Se quiere posicionar un fraude que no existe.

¿Cómo combatir la figura de fraude que se posiciona no solo desde los políticos, sino también desde los medios?

Tenemos una posición irresponsable de los medios de comunicación que comparan datos de un simple sondeo versus los datos oficiales del Consejo Electoral. Entonces los votantes de Lasso que ven la diferencia sienten que les están quitando a su candidato, cuando no es así. Los políticos se aprovechan de que la ciudadanía no maneja temas técnicos. Por eso un llamado a esos simpatizantes para que sean ellos los primeros en demandar las pruebas para hacer un pedido de inconsistencia.

¿Cuáles son estos detalles?

Por ejemplo que la publicación de los resultados se realiza por medio de una plataforma que entrega datos a 5 servicios distintos. Es decir, que si uno se interrumpe  los otros siguen en línea. Están los resultados para el centro de mando ubicado en el hotel Marriot, el centro de procesamiento en cada delegación electoral, el acceso para las organizaciones políticas, para los medios de comunicación y para la ciudadanía en la web.

Se tendría que haber contado con la participación del CNE, de los integrantes de las juntas receptoras del voto, los veedores políticos de CREO y los internacionales que observaron el proceso. El CNE no cuenta votos, eso lo hace la ciudadanía.

Se habla de un supuesto golpe blando, ¿cómo frenar esta acción desde el Gobierno?

Esto se da desde hace algunos años. Antes los argumentos eran otros, que estaba inflado el padrón, que iban a votar fallecidos, esos argumentos que se olvidaron 2 meses después. Sabemos que se quería posicionar la idea de fraude y deslegitimar el gobierno de Lenín Moreno porque su candidato no ganó. Sabemos a lo que nos enfrentamos, pero no podemos permitir que la agenda de un país se paralice por unos cuantos. Hay muchos temas más importantes que se vienen. Existe un llamado a la paz y al diálogo y hacer acuerdos mínimos.

¿Cuál será la estrategia para recuperar a quienes no votaron por PAIS?

Si nosotros hemos estado en 10 años al frente del Gobierno ha sido porque el pueblo  así lo ha querido. Ahora después de 10 años, claro que se han cometido errores, estamos dispuestos a corregirlos. Pero han votado por nosotros. Debemos escuchar porque si un proceso no se reflexiona casa adentro estamos condenados al fracaso. Tenemos que hacer una reflexión y reencantar a quienes estuvieron con nosotros. La tarea fundamental es dignificar la política. Para eso implementaremos una agenda ciudadana.

¿Cuáles serán las prioridades para el nuevo periodo legislativo?

El programa de Lenín Moreno habla de un gran acuerdo por la producción y el empleo. Para eso se cuenta con reformas legales específicas y se contará con todo el apoyo necesario porque se necesita de un acuerdo. Moreno no cree en la verdad absoluta, por eso en la diversidad de criterios se encuentra la democracia pura.

¿Qué pidieron los empresarios en la primera reunión con Moreno?

Ellos demandan participación directa en la toma de decisiones y Moreno habló de crear el consejo consultivo tributario, que estaría integrado por el sector privado.

¿Cuál es el análisis de que la clase media de Quito y Guayaquil y los indígenas de la Sierra centro hayan votado por un banquero?

Creo que hay una campaña sucia que viene desde varios medios de comunicación porque la clase media es la que más se ha beneficiado de este Gobierno, como con los créditos hipotecarios que se reactivaron y que estuvieron  paralizados por 20 años por parte de la banca pública. También con becas y con tratamientos en enfermedades catastróficas. Debemos hacer una reflexión sobre lo que ha pasado y recuperar esa votación. La gente ya sabe que tiene carreteras, hospitales, educación y ahora quiere más. Ese es el reto para Lenín Moreno, reencantar a esa población. (I)