Los moradores y el personal que labora en los negocios ubicados alrededor del Consejo Nacional Electoral (CNE), en el norte de Quito, se mostraron satisfechos con el operativo ejecutado ayer por la Policía Nacional, que permitió el desalojo a un grupo de manifestantes de la alianza CREO-SUMA.

La madrugada de ayer, un piquete de agentes retiró a militantes de CREO que pernoctaron durante 9 días en rechazo de una supuesta adulteración en los resultados de las elecciones presidenciales.

Ramiro Mantilla, director general de Operaciones de Policía Nacional, indicó que el desalojo ocurrió luego de que la autoridad electoral dio los resultados definitivos.

En las afueras del CNE, en las avenidas 6 de Diciembre y Bosmediano, se instalaron 12 carpas, un generador de energía y 10 parlantes, donde estaban 100 personas.

En el lugar había colchones, cobijas e incluso alimentos para un mes. “Estaban viviendo acá, eran ciudadanos que fueron contratados para venir acá”, aseguró Mantilla. Dijo que el desalojo también se ejecutó porque la concentración ocasionó diversos problemas para los moradores, transeúntes y conductores.

Detrás de la tarima de los protestantes se ubican locales comerciales cuya atención fue irregular. El personal que labora en un almacén de distribución de pintura informó que la atención se suspendió cinco días.

Empleados no dieron cifras de las pérdidas, pero reconocieron que la protesta les perjudicó. No quisieron revelar sus nombres porque temen represalias de los protestantes.

La situación también fue incómoda para los empleados del edificio Torres Bossano, de 9 pisos, donde funcionan 40 oficinas y 36 departamentos. “La gente estaba cansada del ruido”, dijo el personal.

Los servicios en varias oficinas también fueron irregulares. Jorge Urrutia contó que tenía que cumplir un trámite en una oficina de seguros médicos, pero no lo atendieron. 

El transporte urbano y de la Ecovía también se normalizó ayer. Esto causó gran alivio para Josefina Arrendáriz, usuaria de la cooperativa Guadalajara, quien se moviliza hacia la avenida De los Granados y Gaspar de Villarroel. “Hubo malestar en las personas que queremos trabajar”.

Diego Fuentes, ministro del Interior (e), reiteró que el operativo se efectuó de forma pacífica. “Fueron casi dos semanas de cierre de vías que afectó al desarrollo de las actividades de los quiteños”, resaltó.

Dijo que la entidad realizará investigaciones previas de estas convocatorias violentas para tomar las acciones legales del caso. Indicó que los objetos decomisados fueron llevados al antiguo Regimiento Quito 1.  Ahí se hizo un inventario y las personas que justifiquen su derecho sobre eso bienes, los podrán retirar.

Mientras tanto, los manifestantes desalojados fueron al coliseo del excolegio Anderson, pero anunciaron nuevas protestas para hoy. (I)