El sufragio de las mujeres, en las elecciones del pasado domingo 19 de febrero, superó en el 2,26 % al de los hombres (ver infografía).

Escrutado el 100% de las actas a nivel nacional y oficializados los resultados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el voto femenino fue decisivo en el triunfo del binomio presidencial de Alianza PAIS, Lenín Moreno-Jorge Glas, ya que de los 3’716.343 votos que obtuvo, 1’882.228 corresponde a las mujeres y 1’834.115 a los hombres.

La situación fue diferente para el binomio del movimiento CREO, Guillermo Lasso-Andrés Páez, que alcanzó más votos de hombres, 1’381.300, frente a 1’271.103 de las mujeres.

Para el politólogo y docente universitario, Gabriel Hidalgo Andrade, la razón es que los estilos de campaña entre uno y otro reflejan su capacidad de conectarse mejor con cierto público. “Si Moreno pudo conectar mejor con las mujeres, eso significa que su estilo de campaña está llamado a conseguir la atención de ese tipo de público electoral”.

Además, considera que el binomio de Alianza PAIS tiene una enorme posibilidad de crecer en cuanto al voto femenino en la segunda vuelta, porque con seguridad  las mujeres prefieren a un candidato con el estilo de Moreno, conciliador, y se sienten más identificadas y representadas que con Lasso.

De los 8 binomios, uno estuvo encabezado por una mujer: Cynthia Viteri, del Partido Social Cristiano (PSC), quien durante la campaña puntualizó: “búscame, soy la única en la papeleta”.  

Al finalizar el Diálogo Presidencial del 5 de febrero último, antes de despedirse, Viteri dio una razón para que voten por ella: “tengan la certeza de que las madres jamás abandonamos. Este es mi país, este es mi hogar y ustedes son mi familia”. Cynthia presentó esta imagen maternal para los ecuatorianos en más de una ocasión.

Esta estrategia de campaña le permitió captar el apoyo femenino. Del 1’540.903 votos que obtuvo, 887.886 (57,62%), fueron de mujeres. Y aunque Viteri ha anunciado que respaldará en la segunda vuelta a Lasso, el politólogo Hidalgo aclara que los votos no son endosables. (I)