Del desempeño político dependerá el voto juvenil
Líderes de organizaciones de jóvenes dicen ver con preocupación el inicio de la contienda electoral, porque los precandidatos a la Presidencia hacen ofrecimientos carentes de planes de desarrollo estratégico para el país y no incluyen a este segmento de la sociedad (juventud).
Además, les llama la atención la serie de alianzas que empiezan a fraguarse entre movimientos políticos, lo que -admiten- les genera desconcierto. “En el proceso político preelectoral se miran cosas que generalmente no se veían. Realmente los principios (ideológicos) no están definidos. “Por ejemplo, el movimiento indígena, ¿cómo puede pactar (individual o colectivamente) con la derecha y luego justificar de manera simplista?”, cuestionó Henry Magallanes, quien a sus 27 años es presidente del colectivo Jóvenes Rurales del Ecuador.
Consideró que las ofertas de ciertos precandidatos no son creíbles. “Escuché a uno de ellos (Lasso) decir que dará créditos al 1%, pero como dueño de un banco (Guayaquil) pudo hacerlo antes, y nada. Solo es por cuestión mediática”.
Magallanes sostuvo que hasta el momento no ha escuchado propuestas coherentes, sino vagas y poco viables. “Espero que en el transcurso de estos meses los candidatos puedan exponer ideas claras y concretas sobre el tema, por ejemplo, de la revolución agraria y cómo hacer para que los jóvenes regresen a los campos”.
Este dirigente fue parte del conversatorio convocado la semana pasada por el Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional, en el que participaron colectivos de jóvenes con diversos tipos de afiliación.
Carlos Muñoz, director del Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional, comentó que la población joven (entre 18 y 29 años) constituye más del 20,3% de la población en Ecuador, es decir 3’355.636 (según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos), que ahora miran con perspectiva crítica el desempeño político.
El Consejo que preside se creó por la necesidad de acercar a la juventud, pues hace 15 años no se permitía la participación de jóvenes para discutir e incidir en las políticas públicas. “Estamos avanzando significativamente en acceso a la educación gratuita, programas de becas, tecnología, salud, reducción de la pobreza, acceso laboral”.
Muñoz indicó que este segmento es importante, pero muchos políticos no los toman en cuenta en su real dimensión, pese a que los adolescentes suman alrededor de 2 millones más y con el voto facultativo desde los 16 años los hace un grupo que podría definir (electoralmente) el futuro de la patria.
Sin embargo, considera que en términos de participación política proselitista todavía existen altibajos: según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), en los comicios de 2009 hubo un total de 33.631 candidatos, de los que menores de 29 años fueron 7.526, de ellos resultaron electos 830, es decir, el 14% del total de elegidos.
En 2013 el total de postulantes fue de 1.434, menores de 29 años, 254; y, de ellos, se eligió a 8, que constituyen el 5,6%. Mientras que en 2014 se postularon 28.180 candidatos, 5.972 menores de 29 años y se eligió a 752 de ellos, es decir, el 13.4% del total de elegidos.
Francisco Bustamante, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, de 25 años y estudiante de la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Central, de Quito, indicó que ningún candidato ha esbozado un plan nacional de desarrollo estratégico. “Ya no se busca una política constructiva, sino una partidización que ha llegado a extremos feroces de no importar quién está al lado mío, sino quién me va a ayudar a llegar al poder. Se han perdido los principios”.
Bustamante añadió: “Esas mediocridades pueden acarrear una nueva época de desestabilización política y, lo que es peor, institucional, porque el atreverse a decir que se van a eliminar instituciones que no las ideó el Gobierno, sino que fueron consecuciones de luchas sociales como el tema de la educación, hay que tener cuidado con eso, no se están construyendo políticas, sino una especie de revanchismo”.
En esta línea, Mari Belén Jaramillo, de 26 años, representante de la organización GLBTI Bolivarianos Diversos, piensa que -en su mayoría- los candidatos son los mismos de hace 10 o 20 años, de acuerdo a lo que le han contado sus familiares y lo que ha averiguado.
Jaramillo agregó que ese tipo de políticos busca llegar al poder para sus fines económicos. “Si llegara un partido de derecha, sería un retroceso en lo político y para los avances conseguidos por las minorías en este tiempo”.
Lamenta que muchos jóvenes no conozcan la historia, por ejemplo, sobre el feriado bancario; el daño causado por partidos como el Social Cristiano y Movimiento Popular Democrático (hoy Unión Popular). “Debemos informarnos bien para evitar que eso vuelva a ocurrir”.
Marcela Cevallos, de la Red Ambiental Juvenil, enfatizó que cualquier alianza en función del bien común es excelente y bienvenida, pero con ética ideológica antes que política. “Se están ‘tuneando’ con personas que ya conocemos, que sabemos para dónde van. Eso lo reprobamos”. (I)