A los adultos mayores les preocupa que los ocho binomios presidenciales no incluyan sus necesidades en los planes de gobierno.

Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), 1’431.328 personas de la tercera edad, de 12’438.406 ecuatorianos, están aptas para sufragar. Esa población se incrementó porque en un estudio de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) hubo 1’229.089 personas mayores de 65 años. En ese estudio, la mayoría  de estos ciudadanos residía en la Sierra (596.429), seguido de la Costa (589.431). Gran parte eran mujeres (53,4%).

Édgar Córdova no ha escuchado ningún planteamiento de los candidatos para los adultos mayores. Piensa que por ser el voto de este grupo social facultativo y no obligatorio, no son tomados en cuenta por los aspirantes a llegar al Palacio de Carondelet.

A su criterio, los postulantes se han olvidado del adulto mayor, pero sus necesidades son múltiples, sobre todo en el área de la salud.

La investigación del INEC de 2010 reveló que el 69% de los adultos mayores ha requerido atención médica, por lo que debieron acudir a hospitales, subcentros de salud y consultorios particulares. En el 28% de los casos son ellos mismos los que cubren los gastos de la consulta médica, mientras que en el 21% pagan los hijos o familiares.

Osteoporosis (19%), diabetes (13%), problemas del corazón (13%) y enfermedades pulmonares (8%) son las enfermedades más comunes de los mayores de 65 años en Ecuador (ver infografía).

Leonor Velasteguí tampoco ha escuchado planteamientos a favor de este grupo social. “Es indispensable la salud”, es su clamor.

A Piedad Calle le preocupa que no sean tomados en cuenta. “Fuimos puntal para el desarrollo del país y aún seguimos con fuerza”.

Julio Troya es enfático: “Los candidatos están preocupados de todo, menos de los adultos mayores, pero somos un grupo susceptible”.

El pasado 27 de diciembre, EL TELÉGRAFO realizó un análisis de los planteamientos de los candidatos. Solo dos (Lenín Moreno y Paco Moncayo) de los ocho candidatos presidenciales dedican espacio a las personas de la tercera edad en sus planes de gobierno. Otros 4 (Abdalá Bucaram, Iván Espinel, Guillermo Lasso y Washington Pesántez) los mencionan a breves rasgos; y dos (Cynthia Viteri y Patricio Zuquilanda) ni siquiera los nombran.

Por ejemplo, el plan de gobierno de Bucaram, en un párrafo, ofrece “acabar la discriminación laboral de los adultos mayores como política de Estado”. Mientras que Pesántez propone centros de atención y cuidado público para las personas de la tercera edad. Espinel habla de mantener el Bono de Desarrollo Humano (BDH) a los mismos destinatarios, buscando la protección a la tercera edad. Lasso, en cambio, sugiere pagar las jubilaciones en efectivo y no con bonos.

De todos los planes sobresalen los de Moreno y Moncayo. Este último ofrece atención primaria de salud integral para el grupo etario y potenciar programas preventivos de enfermedades e inmunizaciones de nueva generación. Además, promoverá la alfabetización digital.

Mientras que Moreno plantea la  eliminación de toda forma de discriminación y mantener la seguridad social no contributiva mediante el bono para las personas de la tercera edad. Además, creará un sistema público de cuidados; fomentará condiciones dignas de envejecimiento desde su participación, generando opciones de vida saludables, asegurando ingresos, ocio y calidad de tiempo en general.

Para Troya, los adultos mayores necesitan atención. “Porque dimos nuestro aporte al Estado, al llegar a esta edad nos llevamos sorpresas, muchos nos olvidan, no nos dan trabajo, vivimos de la jubilación”.

Martha Padilla piensa que los postulantes tienen buenas intenciones para las actividades políticas y económicas. “Seguro que con una buena cabeza saldríamos adelante”.

Juan Cabrera afirma que las necesidades de los adultos mayores son las mismas que todos, “pero con mayores prioridades, como la medicina”. Este ciudadano, al igual que los anteriormente citados, pide a los candidatos y a quien gane que  tome en cuenta sus necesidades. Aída Guevara comparte el criterio. “Tenemos una vasta experiencia para el futuro, queremos seguir viviendo y aportando al desarrollo”.

Germánico Viera recordó a los candidatos que algún día llegarán a viejos y por ello sus acciones deben también enfocarse a su propio futuro. “No se descuiden de quienes fuimos la juventud del ayer”.

Alejandro Sánchez siente que la gente, en general, no los toma en cuenta. “Creen que ya no tenemos mayor utilidad. No deben olvidarse de que somos parte integral de la sociedad; somos adultos mayores, pero no somos inservibles”.

Hilda Vaca de Buitrón resalta que  los adultos mayores están vivos, por ello pidió que el sufragio sea obligatorio para este grupo social. Solicita planes integrales de salud, vivienda, que reflejen sus necesidades reales. “Estamos viejos, sí, pero estamos vivos y aún tenemos mucho por aportar a la sociedad”. (I)