“Uno de los temas por definir es si seguimos siendo un movimiento”

¿Qué lecciones han dejado las elecciones pasadas?
Si vemos los números sin duda es mayor el respaldo que en 2009, pero si se cotejan las localidades es evidente el revés político. En  ciudades que han estado manejadas por compañeros del movimiento han sufrido cambios, a veces difícil de entender, ya que no ocurre lo mismo en la dignidad provincial o en un concejo. Eso es una muestra de la madurez electoral, que discierne, escoge, evalúa y a partir de esos elementos deposita su voluntad. Esos espacios antes no estaba tan claros como ahora.

¿Por qué no se lo veía antes en forma tan clara?
En elecciones pasadas se elegía a todas las autoridades. Esta es la primera ocasión que se nos permite elegir un año al Presidente y otro a las autoridades seccionales. El tiempo también nos permite hacer una valoración más local.

El Presidente señaló que en el movimiento se cayó en el sectarismo. ¿En lo local también existe esa autocrítica?
En Guayas, Alianza PAIS es la suma de algunas tendencias, hay un espacio que es la dirección provincial y un espacio de coordinación más pequeño en que las cabezas tienen un espacio más cotidiano. Hemos analizado los resultados y vemos que favorecen al movimiento.

Se viene una convención nacional, se anuncian reestructuraciones ¿hacia dónde apuntan?
Tenemos compañeros en las direcciones provinciales y nacionales con funciones prorrogadas debido a la coyuntura electoral, pero ahora en mayo debemos capitalizar una nueva dirección nacional, ver qué cuadro asumirá la secretaría del movimiento, qué cuadro asumirá la Dirección Nacional porque siempre el director ha sido el compañero  Presidente, pero todas estas decisiones serán parte de los espacios de debate.

PAIS seguirá manejándose como una alianza que aglutina otros movimientos, ¿se convertiría en un partido político?
Eso también es parte de la discusión, de una demanda y de un  debate que hay que hacer, eso depende de como se dan las condiciones. En el bloque empezó la primera discusión y si bien tenemos algunas conclusiones, aún tenemos otros temas que definir, algo que se discute todavía en el bloque es hasta cuándo vamos a ser un movimiento, si seremos por siempre, si queremos convertirnos en partido político, tomando en cuenta que la expresión partido político se vino muy a menos, ha sido  descalificada y  cuestionada, por eso la denominación de movimiento es como algo fresco y nuevo, pero de cara a este caminar de siete años debemos saber qué queremos y esos serán algunos debates.

¿A su criterio es mejor seguir como movimiento o cambiar a partido?
Debemos darnos la oportunidad de abrir una discusión y mirar el camino recorrido y si bien hemos   jugado ligas mayores, lo hemos hecho con una identidad con la cual el electorado la hizo suya y si bien tengo una aspiración personal esta no puede poner en riesgo la proyección y demanda ciudadana.

¿Y qué cambiaría si se convierten en partido?
La diferencia entre un partido y movimiento es que el primero demanda más formalidad organizacionalmente hablando, hay una estructura mas rígida porque responde a planteamientos y condiciones que el código establece. El movimiento puede tener una composición diversa y no traiciona ninguna norma.