A través de la planificación de las intervenciones públicas
"Esperamos haber implantado una cultura de la excelencia"
Durante su exposición, la titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Sandra Naranjo (foto), destacó diversos resultados de política pública que evidencian que los recursos del petróleo fueron bien aprovechados.
En el ámbito social, por ejemplo, Naranjo mencionó que la inversión pública permitió transformar el sistema de salud y elevar la calidad de sus servicios. Por ello, entre otros logros, se alcanzó el acceso universal de la población a la atención médica y se duplicó la tasa de profesionales de la salud por cada 10 mil habitantes. Una vez efectuados estos cambios, comentó la ministra, se debe velar para que, “sin importar quién esté en el poder, la salud de los ecuatorianos nunca más se trate como una simple mercancía, sino como un derecho”.
Con respecto al sector educativo, Naranjo señaló que, en comparación con 9 años atrás, hoy existen 1’200.000 niños adicionales que asisten a escuelas públicas, las cuales representan el 80% del sistema educativo del país. Se logró dignificar y consolidar la profesión docente: entre 2008 y 2015, el sueldo mensual de los profesores aumentó desde un rango entre $ 90 a $ 212 hacia un rango entre $ 527 a $ 1.676.
Esta inversión le permitió a Ecuador convertirse en el segundo país que más mejoró en educación. Para ilustrarlo, Naranjo recordó que, en 2006, Ecuador alcanzó 452 puntos en las pruebas de la Unesco, un puntaje por debajo de la media latinoamericana. En 2013, sin embargo, el país se colocó por encima del promedio regional y logró 508 puntos.
En materia de educación secundaria, la funcionaria destacó los logros en inclusión: la tasa de bachillerato aumentó del 24,8% al 55,4% en la población indígena y del 44% al 58% en la población afroecuatoriana.
Hoy, gracias a la gratuidad de la educación, 7 de cada 10 universitarios pertenecen a la primera generación de sus familias en acceder a la formación superior. Su permanencia fue favorecida por el hecho de que, desde 2007 a 2015, se otorgaron 60 veces más becas que en toda la historia del país. La transformación en la educación superior aparece reflejada también en otro hecho: 7 de cada 10 docentes tienen un título de cuarto nivel.
“Esperamos haber implantado una cultura de la excelencia”, dijo Naranjo, quien invitó a soñar en grande. “Hemos avanzado mucho, pero tenemos la obligación (…) de que todas las transformaciones logradas se vuelvan irreversibles”. (I)