No se va a encerrar en una oficina. Agustín Intriago asegura que será un alcalde de a pie, que vea de cerca los problemas a solucionar en Manta, ciudad en la que ganó las elecciones el domingo 24 de marzo e 2019 para suceder en el cargo a Jorge Zambrano.

Afirma ser un apasionado por la política y por la lucha ciudadana. Asumirá la alcaldía el 14 de mayo de 2019, pero desde ya dice que es un empleado de los mantenses. En su visita a las instalaciones de EL TELÉGRAFO, Intriago conversó sobre su triunfo en las elecciones y lo que será su mandato.

"Aún no me lo creo (haber ganado). A ratos quiero reír fuerte, a ratos quiero llorar fuerte. Esto no es de fuerza humana, sé que hay algo más fuerte atrás de esto, que es Dios. Paso pensando mucho en qué hacer por Manta... a veces creo que por eso perdí el cabello", dice entre risas Intriago, de 34 años y abogado de profesión.

¿En qué se basa su plan de trabajo?
El trabajo que planteamos desde el inicio estuvo basado en las necesidades de la ciudadanía. En los recorridos, en la cercanía con la gente, pudimos recibir cada una de las inquietudes y requerimientos que los mantenses tienen para formar esa mejor ciudad que todos queremos.
Cuando vieron nuestra seriedad y compromiso, apareció el sector productivo y dijo "en esta forma podemos fomentar trabajo", también aparecieron ciertos sectores sociales y nos dijeron "podemos trabajar en estas áreas". Así nosotros haremos la reestructuración municipal, el cambio de modelo de gestión, porque es un modelo caduco. Apuntamos a atender cada uno de los 360 grados que implica el desarrollo de la ciudad.

¿Cómo ejecutará su alcaldía?
En la visualización de cuál es la ciudad que queremos entregarles a nuestros hijos y nietos en 20 o 30 años debemos establecer un esquema claro que se llama Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, que no existe. De ahí viene un trabajo que se va a hacer con la ciudadanía, como lo son establecer la Contraloría Ciudadana, la Asamblea Ciudadana, las mesas de trabajo temáticas, que nos permitan a nosotros abordar cada uno de los frentes en los que Manta se debe desarrollar desde una perspectiva técnica y totalmente aterrizada en las necesidades.

¿Cuál es la mayor problemática de Manta?
Uno de los mayores problemas que atraviesa la ciudad es que basamos nuestra economía en una sola industria, que es la pesca. Y sí, la pesca nos ha dado todo lo que somos hasta el día de hoy, hemos sido bendecidos, pero con el paso del tiempo es una industria que ha sufrido muchos golpes, muchas limitaciones y que no tiene capacidad para poder cubrir las plazas laborales que necesitamos actualmente por el crecimiento poblacional.
Significa que debemos ser responsables con ello y visualizar el Manta del futuro con una complementación de la matriz productiva e incrementar las fuentes de ingreso para la familia mantense.
Ahí ya tenemos un gran desafío, porque se viene la Ciudad Alimentaria (proyecto del Gobierno Nacional), el apoyo de los emprendedores, los pymes (pequeñas y medianas empresas), entre otros.

¿Qué alternativas le presenta a la ciudad para mejorar en lo económico?
Debemos visualizar lo que tenemos y tomarlo en serio, que es el turismo. El turismo es una herramienta de la redistribución de la riqueza, acceso democrático al recurso, nos permite tener capacidad para poder generar fuentes de trabajo para los mantenses. Pero es un recurso que debe ser tomado en cuenta como lo que es, una industria, como un sistema, que necesita articular cada uno de sus elementos para dar un resultado final.

¿Manta está preparada para ser esa ciudad turística?
Si visualizamos a Manta como una ciudad turística, debemos tomar decisiones, solucionar problemas y corregir errores, especialmente en materia ambiental, porque estamos sancionando la principal oferta que tenemos que son las playas. 
Pero lamentablemente, más allá de que las playas sean la principal fuente de turismo, parece que es la única que tenemos, entonces debemos ampliar la oferta turística para atraer a más personas que nos visiten e ingrese dinero fresco a nuestra economía local. El hecho de tener playa no nos hace turísticos. 
Esto va a permitir satisfacer las necesidades trabajo, pero al mismo tiempo generar una dinámica económica que permita que las finanzas de la ciudad sean saludables y por ende las finanzas municipales, las que necesitan ser fortalecidas para brindar servicios de eficiencia a la ciudadanía. La falta de servicios básicos de calidad no tiene otra razón que la ineficiencia del servicio público. 

¿Cómo combatir los focos de contaminación que van de los ríos a las playas?
Tenemos un foco constante de contaminación que debe ser combatido con inversión y con trabajo técnico, como la individualización de sistemas de alcantarillado, la desconexión de las aguas lluvias de los sistemas de las aguas residuales, una nueva planta de aguas residuales. Apuntamos a la reutilización de esas aguas ya tratadas, que puede ser en parques, en humedales, que se constituyen en ofertas turísticas. También está la construcción de un emisario submarino, que nos permita a nosotros dar una disposición final de excedente de agua tratada, que en realidad no afecte al ambiente y que se convierta en alimento para toda la fauna marina, algo bien diseñado, con procesos eficientes y gestión de calidad.

¿Y la remediación ambiental?
Ese es el desafío importante, el cómo recuperar escenarios que están totalmente degradados. Hay que trabajar en dragados, en cierre de playas y ciertas zonas hasta recuperar estos espacios.

Al ingresar a Manta, por el sector de Los Esteros, hay olores desagradables, ¿cómo combatir esto?
Son efectos de procesos industriales que no pueden afectar al bien común. Vamos a vigilar de dónde salen los contaminantes y vamos a tener mano dura contra los responsables.
Este es un asunto técnico que debemos solucionar. Ha faltado voluntad política para solucionar estas problemáticas.

¿Cómo será el trabajo en conjunto con las ciudades vecinas, Jaramijó y Montecristi?
Hay que trabajar en mancomunidad. Ya tuve acercamiento con los alcaldes electos (Simetrio Calderón en Jaramijó y Washington Arteaga en Montecristi), son amigos, y tienen la predisposición de trabajar en conjunto. El desarrollo de Manta no puede ir adelante sin Jaramijó y Montecristi, además, los problemas de estas ciudades tampoco pueden detener el desarrollo de Manta, entonces debemos apoyar a la solución de sus problemas.

Hubo un préstamo de $ 100 millones por parte del Banco Mundial para la ciudad, más la inversión post-terremoto. ¿Se ve reflejado este dinero en la ciudad?
A primera vista pareciese que no, pero eso lo vamos a determinar a través de contralorías ciudadanas. Tenemos que activar a la ciudadanía, en este caso a los ingenieros, a los constructores, a los auditores, a la Universidad (Laica Eloy Alfaro de Manabí) misma, que puedan acceder a la documentación adecuada y que tras el análisis se pueda determinar si se incurrió en algún dolo o no.

¿Qué hacer con la zona rural?
Hay que hacer justicia con la zona rural, con las zonas olvidadas. Así quiero ser recordado, como el alcalde que hizo justicia por los sectores abandonados. Trabajamos en fomentar la producción en estos sectores, como por ejemplo para los pescadores, la cría de chivos, entre otros. (I)