El excandidato presidencial de Chile y actual colaborador del Gobierno de Francois Hollande, Marco Enríquez-Ominami, negó ser uno de los consejeros del candidato a la Alcaldía de Quito por la alianza Suma-Vive,  Mauricio Rodas. Desde París (Francia), el fundador del Partido Progresista chileno también explicó que jamás la Fundación Ethos, que Rodas dirigió entre 2007 y 2010, lo invitó a formar parte de su Consejo Asesor como consta en el portal web  www.ethos.org.mx.  

En el debate radial que   mantuvo el viernes pasado con el aspirante a la reelección Augusto Barrera, Rodas volvió a mencionar a Enríquez-Ominami, tal como lo hizo en 2013 con  diario El Comercio  cuando terció para los comicios  presidenciales.

“Su participación en la Fundación Ethos le ha permitido cosechar grandes amistades de quienes, en esta etapa de su vida, recibe permanentes recomendaciones. En esa lista figuran personajes como Marco Enríquez-Ominami; Leopoldo López, expostulante a la Presidencia de Venezuela; y Enrique Krauze, uno de los intelectuales más destacados de México”, recogió el medio.

Al respecto, Enríquez-Ominami dijo ayer que a través de Fundación Progresa de  Chile -la cual   preside-  solicitará que se elimine su nombre del portal web de Ethos. “Patricia Morales (directora ejecutiva) me dijo que en enero de 2012 fue la última vez que interactuó con la fundación Ethos  y, si mal no recuerdo, yo lo hice en 2011. Entonces no tiene sentido mantener un vínculo, si además se presta para confusiones que no son sanas”, indicó.

Al ser consultado sobre su relación con Rodas, el político chileno aclaró que lo conoció en 2010 cuando   expuso frente a un grupo de jóvenes en la fundación Ethos. Aunque existió entonces la intención de desarrollar proyectos en común, eso jamás se materializó.  

Fue en 2012 cuando Rodas lo contactó en su aspiración a gobernar  Ecuador. “Efectivamente fui contactado en la campaña presidencial y le expresé que el proyecto político que encabeza Rafael Correa es la propuesta que a mí más me convoca. Soy chileno y mi combate es en Chile, pero creo que América Latina debe dialogar más y, en esa búsqueda de diálogo, el interlocutor que para nosotros  es un  referente internacional es  Rafael Correa. Le dije, en ese momento, que no podía colaborar con su campaña porque en Ecuador, buena parte de lo que Mauricio Rodas plantea -lo digo con mucho respeto-  no lo comparto”, anotó el  reconocido militante de izquierda chileno.

El transformismo político

Ideológicamente a Rodas se lo identifica como exmilitante del Partido Social Cristiano y como el candidato de los  grupos de la extrema derecha ecuatoriana. Sin embargo, él se identifica como un político “centro progresista”, que trata  de impulsar posiciones moderadas y alejarse de cualquier radicalismo.

Al contrario de él, Enríquez-Ominami se autodefine como “progresista y absolutamente  de izquierda”. Y se distancia de quienes creen en la libre competencia como un modelo de desarrollo. “Yo sí creo en la   recuperación del espacio público, en la defensa de lo público. No creo en las sociedades socialistas,  donde el Estado es lo único importante, pero aún así estoy al frente de la vereda de quienes creen que la sola competencia, el mero mercado o  la competencia entre seres humanos hará sociedades más prósperas y felices”. Por eso, pedirá desvincular su imagen de la fundación Ethos, pues  cree que  “cuidar la identidad  sí es importante,  en un mundo  político donde prima el transformismo”. 

De ahí que destacó la gestión del presidente Rafael Correa, quien a diferencia de la  izquierda europea que  ha  sido incapaz de reformar su sistema financiero, actualizar su proyectos constitucionales y  hacerse cargo de los desafíos de la sustentabilidad, logró hacer transformaciones estructurales en educación y comunicación a pesar  de la pobreza y otras dificultades.