Ojo al medio
¿Dónde nacen las derrotas?
Hasta donde va el conteo ya hay indicios de una realidad electoral mucho más cruda de la que se evidenció con los exit poll.
Para empezar, el mapa político general no es el mismo que salió de las elecciones del 2009. No solo porque PAIS haya perdido alcaldías importantes, sino porque también desaparecen de ese mapa partidos que en aquel año lucían con cierto vigor y con mucho futuro.
Algunos dirán que el PRE, PSP y PRIAN están fuera de combate. Por ahora los resultados apuntan a ello. Lo que todavía no está claro es si los militantes de esos partidos ‘se fugaron’ a otras tiendas que ahora ganan y pierden. Y, en ese sentido, las prácticas y posturas de esos militantes se trasladaron al ejercicio electoral de este año. De ahí se entienden ciertas disputas, manifestaciones y rivalidades locales poco explicadas.
Una pista, quizá la más compleja: el proceso previo de PAIS para designar sus candidatos...
La desaparición de ese populismo y/o clientelismo todavía está por verse, si efectivamente estamos en proceso de construir otra cultura política.
Pero en realidad la sepultura de esos partidos no es lo que más preocupa, porque se veía venir o porque habían cumplido su ciclo político. Lo de ahora es preguntarse, dónde nació la derrota de PAIS en municipios, prefecturas y juntas parroquiales que se daban por hecho como parte de su patrimonio político.
Y la respuesta o posibles explicaciones no son fáciles. Primero, porque habría que pensar, ante todo, qué pasó en este último año para que, por ejemplo, provincias como Azuay que colocó 5 de 5 asambleístas, ahora pierda la capital y algunos municipios.
En la larga lista de análisis y reflexiones caben, por ahora, algunas pistas. Una, quizá, la más compleja: el proceso previo de PAIS para designar sus candidatos, unos para la reelección y otros como piezas de recambio o de posicionamiento nuevo, no reveló unidad, consenso o armonía. De ahí que algunos precandidatos pasaron a otras tiendas o definitivamente votaron en contra.
No hay que dejar de lado que el aprendizaje de la derecha y de la oposición en general se sostuvo en explotar los errores y las debilidades de las candidaturas del oficialismo. Y en eso no les faltó razón, aunque de un error menor hicieron una plataforma amplificada por los medios locales, donde la exposición política es mucho más demoledora que en el plano nacional.
Pero también hay que considerar que algunos temas pudieron alejar a electores con posturas muy firmes, sobre todo en los jóvenes, alrededor de la ecología, la tolerancia y el uso de recursos públicos. Y, por qué no, sobre todo en el caso de las candidaturas que buscaban la reelección, los resultados de la gestión administrativa que dejó flancos para sustentar el discurso opositor y levantar olas de crítica dura y cruda.