Publicidad

Ecuador, 21 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Más mujeres para una mejor política

Más mujeres para una mejor política
Cortesía
04 de octubre de 2020 - 00:00 - Karla Morales

Histórica y culturalmente se ha entendido que el papel de las mujeres se desarrolla en los espacios familiares, privados o domésticos, con la consecuente responsabilidad de la crianza de los hijos y las hijas, el sostenimiento del hogar y la satisfacción de su pareja. El papel de los hombres por su parte, ha sido entendido como aquel que se desenvuelve en la esfera de lo público, el saber, el mercado y la política, con la consecuente responsabilidad de proveer económicamente, manejar los asuntos públicos, el Estado y la producción de conocimiento científico.

Esta separación de lo público y de lo privado, desde los géneros, ha traído consigo el hecho de que la responsabilidad de cada uno de los sexos con respecto a su rol en la sociedad, se conciba solo desde lo que le es permitido ser a las mujeres por el hecho de ser mujeres y lo que le es permitido ser a los hombres por el hecho de ser hombres.

La vida cotidiana de los hombres y mujeres se concibió entonces, para desenvolverse en lugares diferentes, bajo reglas, valores y oportunidades diferentes. La consecuencia de haber organizado nuestras sociedades de esta manera, es que a la mitad de la población durante siglos se le negó el derecho de aprender, disfrutar y participar de la vida familiar y doméstica y a la otra mitad, de aprender, disfrutar y participar de la vida por fuera de esas fronteras. Un pierde-pierde disfrazado de gana-gana. Al no tener voz en aquellos espacios en donde se decidían rumbos, a la mujer se le negó la oportunidad de que su contribución sea reconocida y se le negó el derecho de poder escoger el rumbo sobre si misma.

A pesar de los cambios de las últimas décadas, los arraigos culturales hacen que en la práctica algunas personas “importen” más que otras. Siendo los intereses, necesidades y concepciones de ese grupo particular, presentados como la realidad y necesidades de todas las personas. El reconocimiento legal de los derechos de las mujeres no ha estado acompañado de condiciones efectivas para ejercerlos y gozar de ellos.

Entre las diversas formas de participar en los destinos del mundo, los escenarios de participación política resultan decisivos. Y no hay mejor manera de ganar espacios que trabajando en redes. Las mujeres hacemos y conocemos el trabajo en red desde siempre, pero mayoritariamente lo hemos limitado a temáticas triviales y domésticas; hemos conformado equipos de trabajo para recoger niños y llevarlos a la escuela y hasta para brindar apoyo a alguna amiga necesitada, pero ahora es tiempo de que esa capacidad innata salga de la esfera personal y alcance lo público. Es indispensable que las mujeres sean gestoras del empoderamiento que demandan y abandonen la zona de confort para ser protagonistas en los espacios de participación política y trabajen –desde el sistema- por desarrollar mecanismos que mejoren la situación de sus derechos y el acceso a oportunidades.

El número de mujeres en cargos públicos no es ninguna garantía de que se implementen políticas públicas inclusivas y equitativas, es una presencia numérica que afecta las estadísticas de participación por género pero que no refleja necesariamente un sistema democrático y político más incluyente. Por eso es importante que todas nos involucremos y es urgente que empecemos a dar forma a ese barro que llamamos cambio.

Que haya sillas vacías y proyectos sin rodar no siempre es responsabilidad del director sino también de los actores que no van al casting ni toman su espacio. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media