El jueves pasado, Julio César Campozano, en una rueda de prensa en el Anexo del Guayaquil Tenis Club, anunció su retiro del tenis profesional. El anuncio tomó a muchos por sorpresa; Julio cumplió  29 años ayer (31 de enero ) y podría seguir compitiendo por unos cuantos años más, pero los que lo conocemos más de cerca sabíamos que él estaba preparándose académicamente para la vida después del tenis; que tenía nuevas metas, nuevos sueños y que las lesiones que lo mantuvieron al margen de las canchas en los  últimos 6 meses,  tiempo necesario para reflexionar y tomar con cabeza fría una decisión sobre su futuro, lo alejarían del deporte.

Estas especulaciones terminaron el miércoles 21 de enero cuando en una reunión con sus padres, algunos familiares y un par de amigos cercanos, a la que fuimos invitados Andrés Gómez, Nicolás Lapentti, el doctor Tyrone Flores  -médico del equipo de Copa Davis durante muchos años-  nos contó de su decisión de dejar de manera definitiva  el tenis de competencia. Fue una noche llena de recuerdos y anécdotas, sobre sus inicios, pero especialmente sobre su experiencia como integrante del equipo Copa Davis, una noche que recordaré siempre.

La Copa Davis fue la competencia en la que Julio jugó su mejor tenis y en la cual obtuvo sus mejores triunfos. Parecía tener más fuerza, más resistencia, más energía, que en los torneos individuales.

Julio siempre disfrutó, no solamente los 3 días de competición, sino también la concentración del equipo en el hotel, la convivencia con sus compañeros, los entrenamientos, las bromas, todo eso lo motivaba aún más y siempre me comentaba lo especiales que eran esas pocas semanas del año para él.

Su convocatoria a la selección no le llegó de manera fácil, se la ganó a base de esfuerzo, constancia y dedicación. Recuerdo la primera vez que viajó con el equipo, en marzo de 2005 cuando enfrentamos y vencimos a México en la ciudad de León. En esa oportunidad era el más joven, con apenas 19 años y no formó parte de la nómina oficial que permite inscribir solamente a 4 jugadores. Él era el quinto  y fue convocado para ir adquiriendo experiencia, entrenando y compartiendo concentración con los experimentados Nicolás y Giovanni Lapentti.

En la siguiente ronda, en mayo del mismo año, nos medimos con Paraguay en Guayaquil y Julio volvió a quedar fuera de la nómina oficial, aunque estuvo acompañándonos toda la semana, en la victoria 5-0 sobre los guaraníes .

En septiembre viajamos a Portschach (Austria) con Nicolás y Giovanni Lapentti, Carlos Avellán, Jhony De León y  Julio Campozano a jugar el play-off por el ascenso al Grupo Mundial y viendo los progresos de Julio decidí darle la oportunidad de ganarse su puesto en el equipo, jugando un partido contra De León. Julio ganó el encuentro por 3 sets a 0 y entró oficialmente al equipo, se ganó el puesto a pulso, nadie le regaló nada.

Su debut oficial se produce en Lima (Perú), donde cae frente a Iván Miranda por 3 sets a 0, en una serie que perdimos por 4-1 con un equipo muy joven, debido a la ausencia de Nico y Giovanni Lapentti.

Posteriormente, frente a Venezuela perdió en singles ante Yohny Romero y en dobles en pareja con Carlos Avellán contra Piero Luisi y Daniel Vallverdú.

Sus primera victorias llegaron en febrero de 2007 cuando vencimos a Antillas Holandesas por 5-0 en Guayaquil, con victorias de Julio en singles contra Alexandre Blom y Rasid Winklaar y en dobles junto a Avellán contra Raoul Behr y Nick Van Rosberg.

Entre los partidos que más recuerdo está su triunfo sobre el dominicano Víctor Estrella en Guayaquil, remontando una desventaja de 2 sets a 1, en 4 horas y media, que fue clave para ganar a los centroamericanos (abril 2008).

El 2011, con Nico Lapentti retirado y Giovanni alejado de las canchas por una grave lesión, Julio asume el rol de líder de un equipo muy joven, que lucha hasta el final, pero finalmente cae ante Canadá en Guayaquil por 3-2.

En septiembre vencemos a México en Guayaquil (4-1), Julio nos da 2 puntos en singles, derrotando a Miguel Gallardo y a Daniel Garza para definir la serie. En febrero de 2012 contra Colombia nos da el único punto en Salinas, venciendo a Robert Farah en 4 sets, apenas un mes después de salir de una hepatitis, yo pensé que no iba a estar en condiciones, pero él me dijo: “te prometo que voy a estar listo” y cumplió su promesa.

En septiembre de 2012 se convierte en pieza fundamental de la victoria ecuatoriana en Lima, superando a Mauricio Echazú en 3 sets y a Duilio Beretta en 5 sets, tras estar en desventaja 2 sets a 1. En abril (2013) en Manta, vence a los chilenos Christian Garín y a Paul Capdeville, para igualar la serie 2-2 permitiéndole a Emilio Gómez definir contra Garín y clasificar así al play-off de ascenso al Grupo Mundial ante Suiza.

En febrero de 2014 en Guayaquil su triunfo frente al # 1 venezolano David Souto en 5 sets, nuevamente viniendo atrás 2 sets a 1, vencimos a Venezuela 3-2  y ese sería su último triunfo personal y como equipo para Julito, quien jugaría por última vez frente a Brasil el 6 de abril de 2014, cayendo en 4 sets muy disputados frente al Rogerio Dutra-Silva. Otro de los grandes momentos de su carrera fue la medalla de plata en dobles en pareja con Roberto Quiroz en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, disputando la final frente a una de las mejores parejas del mundo en la actualidad, los colombianos Robert Farah y Sebastián Cabal. Julio consiguió también el cuarto puesto en individuales.

Julio fue campeón en 10 torneos futures en singles y 6 en dobles y a nivel de Challenger obtuvo 3 títulos en dobles, ganó el Challenger de Guayaquil en el 2009 con Emilio Gómez y en el 2011 con Roberto Quiroz y en Panamá 2012 con el colombiano Alejandro González.

Yo personalmente como capitán siempre recordaré la entrega total de Julito cuando defendió los colores nacionales, fue un ejemplo de esfuerzo y lucha para los más jóvenes y estoy seguro de que esas cualidades lo llevarán a triunfar en esta nueva etapa de su vida. Te deseo lo mejor, te lo mereces y concluyo estas líneas con tu frase favorita:  Never Give Up (Nunca Te Rindas).