El tenista suizo es el nuevo Número tres del Ranking de la ATP tras conquistar el torneo de Londres
‘Su Majestad’ agranda su leyenda en el tenis
Con un ace perfecto, su rúbrica ideal que hizo estallar la pista central de La Catedral londinense, el suizo Roger Federer se convirtió en el primer tenista en conquistar 8 coronas en Wimbledon, al superar al croata Marin Cilic por 6-3, 6-1 y 6-4.
A los 35 años y 342 días, el suizo es el tenista más ‘viejo’ en ganar el torneo del All England Club en la era profesional. Además, elevó a 19 su récord de victorias en torneos de Grand Slam.
Se trata de su segundo gran torneo esta temporada tras el Open de Australia, y su primer Wimbledon desde 2012.
2003
— Wimbledon (@Wimbledon) 16 de julio de 2017
2004
2005
2006
2007
2009
2012
2017
The moment @rogerfederer won #Wimbledon title No.8 pic.twitter.com/rMzNNA6M0K
La victoria rompe el empate a siete títulos con el estadounidense Pete Sampras, y confirma que Federer es el rey de las canchas de hierba. Su nombre se asociará siempre a ellas, como el de Rafael Nadal a las de la tierra batida.
“Me hace realmente feliz hacer historia en Wimbledon. Es algo grande, adoro este torneo, todos mis sueños de jugador se materializaron aquí”, explicó el suizo antes de disputar la final.
El momento del partido de ayer lo protagonizó el tenista croata, ganador del US Open en 2014 y jugador experimentado.
El marcador estaba 3-0 en el segundo set cuando Cilic requirió asistencia médica desde la silla, sin que hubiera mediado una torcedura o una caída, y estalló a llorar, cubriéndose con una toalla, mientras los médicos trataban de animarlo, sin llegar a examinarle nada.
Hubo una segunda intervención médica, más tarde, y entonces le examinaron el tobillo izquierdo, se lo vendaron y le dieron un calmante.
El infortunio de Cilic empezó cuando desaprovechó una bola de ruptura del servicio de Federer en el cuarto juego del primer set, con 2-1 a su favor, y en el siguiente empezó a flaquear. Perdió su arma más poderosa, el servicio, en dos ocasiones y el suizo acabó anotándose el primer set por 6-3.
En la primera manga, el croata había fallado un poco más de la mitad de sus primeros servicios e, increíblemente, no había logrado ni un solo ace.
La tónica se mantuvo en el segundo set, y Federer rompió el servicio del croata a la primera ocasión, lo que le sirvió para irse 3-0, dando pie al episodio descrito.
Tras ello, Cilic se recompuso y salió a la cancha, ganó bien su servicio, pero fue incapaz de arañar a un Federer que pareció entender que estaba en sus manos tolerar que el croata se metiera en el encuentro o acabar de hundirle.
El suizo conquista su quinto título en la temporada de su renacimiento -tras el Open de Australia, Indian Wells, Miami y Halle-, pero además, su victoria trae ecos de otra época: desde 2010 no ocurría que los tres primeros torneos del Grand Slam se los repartían él y Nadal.
Para prepararse mejor y dosificarse, el suizo había renunciado a Roland Garros.
“Esperaba estar en forma cuando empezara la temporada de hierba”, explicó. “Los cuatro primeros meses de la temporada fueron como un sueño. Es algo en lo que estaba trabajando, llegar en buena forma a Wimbledon. Me alegro de que haya valido la pena”. (I)