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Premios Óscar: Descubre a los peor vestidos a lo largo de la entrega de este galardón
Cada año, la alfombra roja de los Premios Óscar no solo se convierte en un desfile de alta costura, sino también en un escenario donde las celebridades apuestan por atuendos que generan tanto admiración como controversia. A lo largo de la historia de esta gala, algunos looks han quedado marcados en la memoria colectiva no por su elegancia, sino por lo arriesgado o extravagante de su diseño.
Uno de los atuendos más icónicos y polémicos fue el de Björk en 2001, cuando apareció con un vestido en forma de cisne diseñado por Marjan Pejoski. La cantante islandesa no solo caminó por la alfombra roja con esta prenda teatral, sino que incluso simuló poner un huevo, desatando una ola de comentarios en la industria de la moda y el entretenimiento. Pese a las críticas, la pieza se convirtió en un fenómeno cultural y hasta formó parte de una exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Otra elección controvertida fue la de Gwyneth Paltrow en 2002, quien optó por un diseño de Alexander McQueen con transparencias que dejaban al descubierto su torso. Su falta de ropa interior y un peinado poco acertado hicieron que la prensa la señalara como una de las peores vestidas de la noche. Años después, la propia actriz reconoció que su look pudo haber sido mejor si hubiera añadido un sostén y elegido un peinado más sencillo.
En 1986, Cher también protagonizó un momento inolvidable al usar un atuendo diseñado por Bob Mackie, compuesto por un voluminoso tocado de plumas y un conjunto cubierto de lentejuelas que dejaba al descubierto su abdomen. La elección fue vista como una provocación a la Academia, ya que en ese momento la cantante sentía que no era tomada en serio como actriz. Aunque más tarde confesó que lamentaba haber usado ese traje para presentar un premio, su look sigue siendo uno de los más memorables en la historia de los Óscar.
Para algunas celebridades, arriesgarse con un atuendo poco convencional puede convertirse en un sello personal, mientras que para otras, un error de vestuario puede quedar grabado en la historia.
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