La hermana Inah Canabarro, una monja brasileña de 116 años, es reconocida como la persona viva más longeva del mundo tras el fallecimiento de Tomiko Itooka en diciembre, según LongeviQuest.

Nacida el 27 de mayo de 1908 en el sur de Brasil, Canabarro dedicó su vida al servicio religioso desde su adolescencia, incluso pasando un tiempo en Montevideo antes de establecerse en su región natal.

Además de su fe católica, que considera el secreto de su longevidad, la monja es conocida por su espíritu jovial y su amor por el fútbol, siendo una ferviente seguidora del club local Inter de Porto Alegre.

La longevidad de Canabarro resalta por su edad y por su legado y reconocimiento. Su sobrino Cleber Canabarro, de 84 años, asegura que su fortaleza la mantuvo activa pese a complicaciones recientes de salud.

En 2018, fue honrada por el papa Francisco en su cumpleaños 110, y su club de fútbol favorito celebra anualmente su aniversario con colores y pasteles en rojo y blanco.

Canabarro ocupa ahora el puesto 20 en la lista de las personas documentadas más longevas de la historia, liderada por la francesa Jeanne Calment, quien alcanzó los 122 años.

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) January 7, 2025