Un granjero tailandés admitió haber sacrificado a 125 cocodrilos en peligro de extinción después de que el tifón Yagi dañara gravemente sus instalaciones en la provincia de Lamphun, al norte de Tailandia.

Natthapak Khumkad, de 37 años, explicó que el devastador fenómeno natural provocó que uno de los muros de su granja de cocodrilos quedara al borde del colapso, lo que ponía en riesgo a la comunidad cercana, ya que los reptiles, algunos de hasta 4 metros de largo, podrían escapar.

El tifón dejó inundaciones generalizadas, afectando casas y pueblos ribereños en el norte del país.

Khumkad intentó encontrar un nuevo hogar para los reptiles, pero debido a la gran cantidad de cocodrilos, ninguna organización o institución pudo recibirlos.

Sin alternativas viables, optó por sacrificarlos y usó electricidad para evitar un desastre mayor.

"Tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida… Si el muro se derrumbaba, el daño a la vida de las personas sería mucho mayor de lo que podríamos controlar. Afectaría la seguridad pública", declaró Khumkad a CNN.

El granjero explicó que su granja había estado operativa durante 17 años, y aunque habían resistido temporadas de lluvias severas, esta vez el muro no soportó la fuerza del tifón.

Pornthip Nualanong, jefe de la Oficina de Pesca, reconoció que el granjero informó de la situación a las autoridades, y calificó la decisión como "valiente y responsable".

"Si alguno de esos cocodrilos adultos anduviera suelto por los arrozales cercanos, supondría un grave riesgo para la seguridad pública", afirmó.

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