Zoé llevó a sus fans quiteños a la "Vía Láctea"
Cuando el nuevo milenio llegó (2000), el rock, tal como se lo conocía cambió para siempre. Y es alrededor de ese tiempo que surgió la banda mexicana Zoé con su música alternativa y psicodélica que puso a la generación "millennial" a viajar como un Asteroide del Universo en un Random Time, como los nombres de sus primeras melodías.
Y fueron con estos ritmos modernos y sonidos espaciales, que los seguidores de Zoé -que han crecido escuchándolos-, volaron con su imaginación y disfrutaron del show que ofrecieron la noche del viernes 7 de septiembre, en el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito. El público llenó todas las localidades originando un Sold Out (Entradas agotadas).
La fiesta la inició el grupo capitalino Da Pawn que interpretó lo mejor de su propuesta de música alternativa, por lo que fueron ovacionados por la audiencia.
Luego, alrededor de las 21:00, la agrupación de México aterrizó en Quito con su Zoe Tour, y un notable cargamento de temas. Unos de su reciente disco "Aztlán" (2018) en referencia a una ciudad azteca perdida; y otros, con canciones que se han convertido en clásicas para sus fans.
Zoé inició el viaje con los nuevos sencillos, en un escenario plagado de efectos de luces y pantallas que reflejaban el ambiente y estilo de su música. Como Azul, que cambió de color el escenario, y puso a la audiencia a cantar: “Estoy cayéndome a pedazos con tu ausencia, y lo peor es que no quiero verte”. La introducción era apenas un calentamiento de lo que vendría después.
León Larregui, cantante de la banda, de buen ánimo, saludaba a los fans, mientras interpretaba la primera parte del show. Los seguidores, no dejaban de fotografiarlos, o filmarse, entre la multitud.
El público se convirtió a ratos en corista de Zoé, cuando los acompañaba en las estrofas. En Arrullo de Estrellas, de su disco "Prográmaton" (2013), la gente iluminaba la oscuridad con las luces de sus teléfonos móviles. La lírica refleja una nostalgia por un amor incondicional que nunca terminará. “Eres mi amor eterno/Mi ángel de la guarda /te lo digo desde al alma, y con el corazón abierto, oh oh oh”. No es una melodía más, pues Larregui la compuso en honor a su madre, que falleció hace cinco años mientras grababan el álbum.
Zoé también puso a saltar a la multitud con 10 am, Poli, y Fin de semana, que también inyectó una sobredosis nostálgica. Así fue la presentación de Zoé, pues su música, si bien es rock electrónico moderno, y con estilo futurista, sus sonidos pueden llevar a la gente al pasado en sus pensamientos. Y el efecto, es que todos disfrutan de un presente alterno.
El show continuó con temas como Vía Láctea, una de las más cantadas, y por supuesto no podía faltar Labios rotos, hit de su show acústico MTV Unplugged en 2011.
Y así, Zoé se despedía con No me destruyas, Luna, y Soñé, entre otras, como para decir que el tiempo de viaje había terminado. Cuando el nuevo milenio llegó en 2000, el rock cambió para siempre, y nació un nuevo estilo. En 2018, con Zoé, llegó a la mayoría de edad. (I)