La belleza de Ximena Navarrete es innegable y eso que había dormido pocas horas. Había llegado a las cinco y media de la tarde del viernes 14 de marzo como invitada a la elección de Miss Ecuador 2014, que se realizó un día después en el Teatro Centro Cívico. De hecho, vino con un rol importante: liderar el jurado calificador.

Nacida el 22 de febrero de 1988 en Guadalajara e hija del odontólogo Carlos Navarrete y Gabriela Rosete, Ximena camina con un garbo natural, sin poses, por los pasillos del hotel Wynham, de Puerto Santa Ana, a las once y media de la mañana. Dos horas había empleado para desayunar, maquillarse, peinarse y vestirse.

Después de todo la ex estudiante de nutrición en la Universidad del Valle de Atemajac e imagen de Kardias (una institución que se preocupa por las cardiopatías infantiles), debe mantenerse impecable.

Aquella marejada de críticas por su debut en telenovelas parece estar controlado. Quizás ha escuchado las mismas preguntas últimamente, pero con sencillez ya sabe cómo manejar la situación.

Aunque no tenía experiencia en la actuación Salvador Mejía le confió un doble papel para su debut, ¿con cuál de sus personajes se identificó más?
Con las dos me identifico. Ambas tienen algo de mí. Creo que un intérprete puede encontrar rasgos suyos en cualquier personaje. Considero que tenía más de Marina Reverte que de Magdalena Artigas. Al fin de cuentas son gemelas, que por distintas circunstancias fueron separadas. Y obviamente al ser hermanas tendrán muchas similitudes y no solo físicas. Aunque no son iguales, las circunstancias en que crecieron marcaron su personalidad. Marina es una mujer fuerte y empresaria, quizás en eso me parezca a ella.

Muchos han cuestionado su participación en la telenovela ‘La tempestad’, entre ellos su compañero de reparto César Évora (quien dijo que no era prudente lanzarla al ruedo con un doble papel), al punto de que usted reaccionó en algún momento, mientras que otros la han premiado como sucedió en la revista People en Español, ¿cómo maneja eso?
Cuando estás en este medio es inevitable no recibir críticas. Hay de todo tipo, desde las constructivas hasta las negativas. Lo que único que se puede hacer es agradecerlas porque significa que la gente está pendiente del desempeño de uno en la pantalla. Qué bueno que a mucha gente le gustó mi trabajo. Tomo lo bueno y lo malo. De ahí veo lo que me sirve para mejorar, pues esto es un aprendizaje constante.  Aprendí a tomar las críticas de buen modo.

Muchos medios expresaron que usted se retiraba de las telenovelas y que era por las críticas...
La verdad es que nunca he dicho eso. No sé de dónde sacaron eso de que yo me retiraba.

¿Qué dijo exactamente?
Lo que dije fue que no iba a hacer otra telenovela por el momento. Lo que pasa es que recién terminé una y fue extenuante. Además, tengo otras actividades que no quiero descuidar como mi agencia de modelaje. También pensé que no es bueno cansar a la gente con las mismas caras en la televisión. Al menos no quería que pasara conmigo. Por el momento no participaré en alguna producción.

¿Y en qué tiempo sería?
Realmente no lo sé. Me tomaré el tiempo que sea necesario. No hablo de exactamente unos meses. Reitero que no es que me voy a retirar. Mírame soy joven, tengo 26 años, con mucho que dar.

Algunos medios indicaron que en las audiciones usted superó a intérpretes experimentadas como Silvia Navarro, Angelique Boyer y Elizabeth Gutiérrez, más allá de las críticas y elogios, ¿cómo usted llegó a ‘La tempestad’?
Sé que al casting acudieron muchas actrices con experiencia. No te podría decir con exactitud quiénes fueron. Te mentiría si te dijera quienes fueron. Lo que pasa es que el productor (Salvador Mejía) siempre pensó que ‘La tempestad’ era una historia para mí. Lo que él me dijo fue que quería un rostro fresco para la televisión. Ya fue cuestión de él. Un día me propuso: “¿Sabes?, tú eres la heroína para esta telenovela y quiero que tú estés ahí. Necesito que te prepares para eso y que saques adelante tus personajes, sé que puedes hacerlo”. Yo le respondí que no tenía experiencia en absoluto y que cómo era posible. Siempre estuve consciente de que no tenía idea de lo que es hacer una telenovela. Pero él insistió con que me había visto desenvolverme como Miss Universo o conduciendo ceremonias. Decía que me hallaba mucha naturalidad en mí. Me dije: “¡Híjole! ¿Por qué no? Esta es una gran oportunidad, no la puedo dejar pasar. Aprendí mucho.

¿Qué aprendió?
Todo, desde cero. Aprendí técnicas de concentración para sentir distintas emociones como llorar. Nunca había estado en una telenovela y ahora sé cómo funciona. Tuve dos ‘coaching’ que me ayudaron mucho con mis personajes.

Siguiendo con el tema de la actuación, ¿qué tipo de cine, directores y actores le gustan?
¿Sabes que aún no me he visto ‘Gravity’? Me muero de ganas de verla. No he tenido la oportunidad. Además, ahora tiene el ‘plus’ de que Alfonso Cuarón, un director mexicano, haya ganado el Oscar. Me gustan las películas de drama en las que imponen el reto extremo a un actor de cambiar mucho físicamente para un personaje. ¡wow!, alguien muy opuesto a ellos. Por ejemplo, me encantó cuando Charlize Theron tuvo un cambio extremo en ‘Monster’ y con eso ganó el Oscar. Era difícil creer que esa tosca prostituta y lesbiana era Charlize, quien realmente es una mujer hermosa. Eso es lo más atractivo para un actor.

Sucedió con Matthew McCounaghey...
Justamente estuve en Cannes y lo conocí, aunque la película que me tocó ver era otra en la que él actúa. No era ‘Dallas Buyers Club’. Se trata de un actor que se apasiona mucho por sus personajes.

Cambiemos de tema, ¿musicalmente qué le atrae?
Todo lo que sea latinoamericano, lo bailable, desde bachatas, pasando por cumbias y merengues.

Y de la mexicana, ¿quizás la ranchera?
La verdad no soy mucho de rancheras y eso que soy de Jalisco (ríe).

¿Le gusta leer?
Sí mucho. De hecho, ahora estoy leyendo ‘Y las montañas hablaron’, de Khaled Hosseini.(Muestra la portada en su celular)

Ya casi es hora de almorzar, si tuviera algo que cocinarse ¿qué sería?
Uy! (suelta una carcajada) de cocinar nada. No sé hacerlo y no pretendo aprender (ríe más). De comer... uhm... De todo.
-Su madre revela que le encantan los lonches bañados, que son como un bolillo de pan relleno de carne y con salsa.

Es inevitable no charlar sobre su reinado en Miss Universo, ¿cuál es su historia previa?
Modelo desde los 15 años. A esa edad ya empezaba a visualizarme en un reinado. Recuerdo que desde mi casa yo misma me preguntaba y respondía como si estuviese frente a un jurado. Desde entonces me imaginaba qué me podrían preguntar si actuaba en un concurso. Después participé en Nuestra Belleza y en 2010 competí y gané en Miss Universo, algo que todos saben.

¿Cuál fue su clave de éxito?
Entender realmente lo que una está haciendo en un concurso. El problema es que muchas creen que al ser reinas el mundo debe girar alrededor de ellas, y no es así porque todas trabajan para una organización. Ser reina no es cuestión de ganar una corona, sino de ser un ejemplo de vida, es de lo que ofrece de corazón.

¿Con el tercer puesto en Miss Universo que logró Constanza Báez, ¿cree usted que Ecuador está cerca de ganar su primera corona?
Mujeres bellas y preparadas hay en Ecuador. Es cuestión de tiempo y paciencia. No es fácil, debemos recordar que se compiten contra otras ochenta chicas que van tras lo mismo. Fíjate que México debió esperar casi 20 años para ganar su segunda corona.

¿Planes futuros?
Seguir preparándome. Fíjate que me han invitado a participar en obras de teatro y otras producciones, pero no me he decidido por nada. Por el momento no.