Usted no tendría oportunidad de ver ‘No robarás, a menos que sea necesario’ si Viviana Cordero no hubiera conseguido una nueva cámara luego de que en el segundo día de rodaje la suya se dañó mientras grababan en La Factory, la discoteca del sur de Quito, en la que murieron 19 personas tras producirse un incendio durante un concierto rockero, hace cinco años.

Esta es solo una de las anécdotas que la realizadora atesora de su recién estrenada producción. “Es la primera vez que creo que los espíritus existen, al igual que las fuerzas superiores. Es que no puede ser de otra forma, la cámara era nueva. De hecho ya habíamos rodado el primer día. Solo no quiso prender más”, cuenta la directora.

Ese hecho casi deja a Viviana Cordero sin su cuarto filme, de no ser por la ayuda que recibió de algunos amigos para conseguir otra cámara. Con fantasmas o sin fantasmas, ‘No robarás, a menos que sea necesario’ ya está en las salas locales, pero para eso debieron pasar dos largos años en los que la postproducción estaba detenida por el factor económico.

En esta película, que costó $ 150.000 y se rodó en un mes, Cordero contó con la ayuda de toda su familia. Su hija, Morgana Acevedo, compuso la música instrumental de la película; al personaje de reparto Nelly la da vida su otra hija, Nadia, mientras que su esposo, Hans Rosero, fue el director fotográfico y editor del trabajo.

Este largometraje de la hermana de los también cineastas Sebastián y Juan Estevan Cordero (+) ve la luz después de ‘Sensaciones’ (1991, que dirigió con este último), ‘Un titán en el ring’ (2002) y ‘Retazos de vida’ (2008), y está protagonizado por Vanessa Alvairo, descubierta por Viviana en el colegio nacional Jorge Mantilla Ortega, a los 17 años.

Vanessa encarna a Lucía, una joven quiteña de 16 años que debido a circunstancias extremas de la vida se ve obligada a robar para mantener a sus hermanos menores y ayudar a salir de la cárcel a Marta, su madre, una mujer que sufre los abusos de su compañero sentimental.

Antes de vivir esa sufrida existencia en la piel de Lucía, Vanessa Alvairo era una estudiante de secundaria que ni en los sueños más remotos podía imaginarse como actriz de cine. Ahora tiene 19 años, pero recién puede disfrutar los frutos de su trabajo histriónico, con entrevistas en medios y una popularidad mediática por el estreno.

Su reto era darle naturalidad al personaje. Con la guía actoral de Viviana lo consiguió, con buenos resultados de parte de la crítica local. “Hicimos muchos ejercicios, porque el personaje debe vivir dentro de quien lo interpreta”, indica ahora esta estudiante de Ingeniería en Finanzas, quien no descarta dedicarse a la actuación de manera permanente.

Lograr un actor profesional adolescente es muy difícil, por lo que la directora decidió efectuar castings, pues la mayoría del elenco estaba conformado por menores de edad. Aunque no tenían conocimientos académicos, los chicos que eligió para su cinta tienen talento y muchas ganas de aprender, manifiesta la directora.

No es la primera vez que trabaja con este tipo de público. Ya en la obra de teatro ‘Anatomía’ (puesta en escena hace 4 años) tuvo la oportunidad de dirigir a púberes. “Me encanta, son llenos de vida. Siento que me entiendo con ellos y que ellos me tienen”, comenta.

¿Complicaciones? Como en todo proyecto, reconoce Viviana. En este caso estas estuvieron ligadas a la edad de los actores, por cuanto debió en ocasiones aconsejarlos por su actitud. Pero es parte de su aprendizaje, afirma: “Lo que hicimos en general fue muy positivo”.

Los chicos debieron enfrentarse a la forma estricta de trabajo que tiene la directora, quien admite que a veces es un poco dura. Esta forma de llevar la batuta la hizo decidir que algunos de los que ya fueron seleccionados para el guion se queden sin papel por no llegar al rodaje cuando se pautaba. “Ellos tenían que entender que no estábamos jugando, creo que ninguno imaginó lo que significa tener una película estrenada y la responsabilidad que se carga sobre los hombros una vez que el filme está en pantalla”, menciona.

Está eternamente agradecida con los padres de los jóvenes por confiar en ella durante la grabación. “Sentí una gran responsabilidad, que espero que sea entendida ahora al ver la cinta”, confiesa.

Hubo mucha expectativa antes del estreno. Viviana, sin embargo, lejos de pensar que este trabajo es el mejor de su producción, expresa que en el cine siempre se juega a la ruleta, en la que no se sabe nada hasta que el trabajo se estrena. “El día de la premier yo estaba muy nerviosa. No sabía qué iba a pasar. La película tuvo una excelente acogida. A veces haces obras con todos los elementos y no funcionan. Este filme quizás llegó en el momento en que tenía que llegar”, asegura.

El siguiente paso es el DVD de la cinta, que verá la luz dentro de seis o siete meses, tiempo en el que la directora cree que la película ya debió recorrer todo el país. En él se verá también el trascámara de este proyecto, grabado al 100% en la Capital ecuatoriana.

ENTÉRATE!

Durante el rodaje de la película, la protagonista vivió en la casa de Viviana Cordero, igual que José Miguel, el chico que encarna a Helmer.

Los jóvenes que actúan en la cinta como músicos compusieron las canciones dirigidos por Rafael Alfaro, miembro de la banda punkera Hólger Quiñónez. Fueron intensas jornadas de ensayo, narra la realizadora.