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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Vito Muñoz afirma que la honradez es el negocio que mejor le funciona

Siempre polémico y frontal. Así es Vito Muñoz dentro del campo de la comunicación deportiva, actividad que define como una de sus más grandes pasiones.

Sin embargo, detrás de esa imagen prolija y seria que proyecta en la pantalla televisiva, está un hombre sensible y soñador, que dice lo que piensa y actúa con madurez y mesura, lo cual lo han convertido en un hombre triunfador.

Es por eso que la noche de ayer, Salva tu vida Internacional lanzó una obra literaria en la que rinde homenaje a hombres y mujeres exitosos y solidarios como Muñoz, quien también destaca en el ámbito empresarial.

Vito comparte sus vivencias fuera de pantalla con sus seguidores en una entrevista concedida a este diario.

¿En qué colegio estudió y qué tan buen alumno fue?

Estudié en la Academia Militar Ecuador, de Quito y fui muy buen alumno.

¿Recuerda a sus profesores? ¿Hubo alguno que no era de su agrado y por qué?

Un maestro especial que tuve fue el doctor Jorge Salvador Lara, quien nos enseñó Cívica e Historia. A mí me inspiró la frase “Luchar para vivir feliz”, que la llevo conmigo desde hace 45 años.

Recuerda alguna travesura colegial de esas que merecieron algún castigo severo...

Un duelo con mis compañeros, quien ponía la planta de la bota lo más alto en una pared, el Teniente Jorge Pazmiño (El Llucho) nos mandó a dar una vuelta al tanque perseguido por todo un curso con las correas en las manos.

¿Y de las travesuras en casa, qué nos puede decir?

Era travieso y a ratos desobediente, por eso mis padres me castigaban en forma muy severa.

¿Cuáles fueron sus sueños de juventud? ¿Se cumplieron?

Trabajar junto a mi padre, correr automóviles, vivir en Guayaquil y tener una casa con vista al estero. Con el tiempo mi padre admiró mi forma de trabajar, corrí en autos y gané, soy feliz en Guayaquil y vivo en la casa anhelada.

¿Era tan enamoradizo como lo ha demostrado ahora de adulto?

El amor es la fuerza que motiva a todos los seres humanos...

¿Cómo conquistó a su primera enamorada y cuántos años tenían ambos?

Tenía 17 años y ella 14. Se conquista con paciencia y una estrategia auténtica.

¿Tal vez esa táctica le sigue funcionando hasta ahora?

Los tiempos cambian, pero el corazón sigue latiendo, pues a la mujer no solo hay que amarla sino también entenderla.

¿Cuál es el recuerdo más preciado que tiene de su infancia y adolescencia?

Los momentos compartidos con mis padres y amigos.

¿Qué lo hace especial?

Que trato a todos por igual, con respeto, atención y cariño.

¿Quiénes considera que han sido sus héroes?

Siempre fue Leónidas, el rey de los espartanos. He leído mucho sobre él, he visto las tres películas de los 300 héroes y en el 2004 cuando fui a Grecia a cubrir los Juegos Olímpicos, viajé hasta Esparta, visité el sitio donde fue la batalla de las Termópilas y me compré una pequeña estatua de él.

¿Y qué nos dice de los héroes de ciencia ficción o de historietas?

Hay héroes para cada época. Yo admiro los de carne y hueso.

¿Cuando terminó el colegio tenía claro lo que quería hacer con su vida?

Siempre amé el deporte porque lo practiqué y me encantó la comunicación, la lectura deportiva; por ello a quienes me conocen desde la niñez no les sorprende que ya tenga 34 años en el periodismo deportivo.

¿Cuál fue su primer trabajo y qué es lo que más recuerda de esa etapa?

En la casa de cambios Pafisa, mi amigo y compañero de colegio Hernán Torres Trujillo me invitó a trabajar y junto a él y su padre, don Ricardo Torres Pérez, aprendí muchísimo.

¿Cómo se involucró en el mundo de los deportes?

Fue porque siempre los practiqué, especialmente el fútbol y automovilismo.

¿Es verdad que empezó como vendedor de publicidad?

Nunca vendí publicidad, más bien fui el ideólogo y fundador de DM3, la primera agencia de marketing deportivo del país.

¿Es verdad que en sus inicios era el maestro de la perfección, era exigente con los demás y con usted mismo?

Aspirar a la excelencia fue algo que heredé de mis padres, maestros y amigos. En el deporte lo admiré en Carlos Salvador Bilardo, Ayrton Senna, Jefferson Pérez, y ahora al técnico del Real Madrid, José Mourinho. La disciplina y la perseverancia son los padres de la excelencia.

¿Por qué esa tenacidad y autodeterminación?

Hay una frase que dice “por sus obras los conoceréis”. Es por eso que trato siempre de dejar huella por los caminos y sitios donde me he conducido en la vida.

¿Cuál cree usted que es la impresión que les da a los televidentes?

Todo lo contrario de lo que soy. Porque en la televisión ven un personaje y en la vida real soy un ser humano.

¿Cuál cree usted que es la impresión que tienen de usted sus más cercanos?

Algo más cercano a la realidad. Son poquísimas las personas que me conocen realmente a fondo.

¿Siempre se lo ve muy serio y con cara de pocos amigos en pantalla? ¿Es enérgico fuera de ella?

La energía, determinación y el rigor son mis tres motores de propulsión.

¿Cuál ha sido el logro más importante de su carrera?

Espero que al morir, la vida que llevo me permita ganar en el epitafio la inscripción “Fue un hijo digno de sus padres”

De los ocho mundiales de fútbol a los que asistió, ¿cuál disfrutó más y cuál le dejó sinsabores? ¿Por qué?

En los 8 mundiales que cubrí he disfrutado, salvo el último al que no pude asistir por el fallecimiento de mis padres.

¿Cuál cree usted que ha sido su comentario más polémico?

Eso lo tendría que responder el público.

¿Ha tenido que disculparse por alguna equivocación?

Reconocer una equivocación es un acto de caballeros y cuando se tiene nobleza he tenido que hacerlo.

¿Reconoce haber hablado bien de Barcelona solo por ser hincha?

No me cansaré de decir: que a Barcelona hay que hacerle justicia: alabarlo y criticarlo cuando sea necesario, pero siempre a conciencia.

¿Y qué nos dice de Emelec?

Es el complemento de Barcelona.

¿De todos los jugadores que usted ha visto en Barcelona con quién se identifica?

Con Vicente Lecaro, Luciano Macías, Jimmy Montanero, Alfredo De los Santos, Marcelo Trobbiani, Carlos Alfaro Moreno, Damián Díaz, gente que se identificó con el hincha amarillo por la garra con que supieron defenderlo.

¿Con qué dirigente se ha identificado y por qué?

Con Isidro Romero, Luis Chiriboga Acosta y también Rodrigo Paz. Los tres mejores de la historia.

¿Hasta qué punto llega su amor por Barcelona?

Cuando muera lo sabrán.

¿Y por una mujer?

Siempre ha sido mi madre la mujer amada, admirada e inolvidable.

Lo llaman ‘El muñeco de la ciudad’ por su larga lista de romances ¿Qué tienen en común estas mujeres que han despertado su interés?

Cada mujer es un mundo diferente.

¿Con quién de todas ellas se ha sentido más cómodo? ¿Puede decirlo?

Con Mónica Avilés, no solo me he sentido cómodo sino identificado. Tiene muchas cosas de mi madre y eso ya es bastante decir.

Dicen que su formalismo y caballerosidad son sus mejores armas para conquistarlas ¿Es verdad?

Eso lo aprendí de mi padre. Él fue un caballero a tiempo completo.

¿Vito Muñoz ha cometido locuras de amor? ¿Cuáles?

Una locura de vida y un acto irresponsable fue casarme y a los 10 días nos separamos.

Es conocido que usted comparte su tiempo como comunicador con el empresarial ¿Cómo lo planifica?

En Guayaquil me dedico al periodismo deportivo casi a tiempo completo. Lo empresarial está en manos de una estructura llamada Organizaciones Muñoz Ugarte (OMU)

¿Cuál de estas dos etapas le gusta más y por qué?

Amo el periodismo deportivo y controlo OMU. La pasión y gestión van de la mano.

¿Dirige las empresas tal cual lo vemos en la televisión?

Y por qué habría de variar si en ambas las circunstancias de la vida nos exigen resultados (enfatiza).

¿En el ámbito empresarial, ¿cuál es su fórmula para el éxito?

Prepararse, preparar a mi gente, escuchar, seriedad. El mejor negocio del mundo es ser honrado.

Ha tenido que pasar por duros momentos, ¿cómo los ha superado?

Con la bendición de Dios y la protección de mis padres desde el cielo

¿Qué tiene en común con las otras personas que también recibieron el reconocimiento por sus historias de éxito?

Ser amigo de la mayoría y llevar una vida pública de servicio al país.

¿De este grupo existe alguien en particular que haya aportado o influenciado a su crecimiento personal y empresarial?

Sixto Durán Ballén por su frase “ni un paso atrás”, Lenin Moreno por ser el amor sobre ruedas.

¿Qué otras personas han influenciado en su vida?

Más que personas han sido momentos en la vida: nacimiento de Cristo, matrimonio de mis padres, estudiar en Quito, elegir el periodismo deportivo, escoger los amigos, fundar OMU y estar junto a Mónica y Angelina.

¿Cuál es el mejor consejo que le han dado y de quién vino?

De mi padre, “El mejor negocio del mundo es ser honrado”.

¿Cuál es su mayor virtud?

Respetar, reconocer, admirar, preguntar, investigar, dejarme aconsejar y decidir.

¿Y su mayor defecto?

Más bien una virtud, el perdonar a algún deshonesto, de esos que por allí uno tropieza en la vida y a la gente malagradecida.

¿Qué hace en sus ratos libres?

Leo todo el tiempo, voy a la playa y sobre todo estar con mi familia.

¿Cuál es el mejor libro que ha leído?

La Biblia, en las Sagradas Escrituras está todo.

¿Qué nos dice de sus canciones y cantantes preferidos?

Cada época tiene sus recuerdos, sus cantantes y sus canciones. Así como en el deporte cada década tiene su estrella. Pero a los grandes se los recordará siempre.

Dicen que usted lo tiene todo y ha conseguido lo que ha querido ¿Hay algo que no haya podido lograr?

Hacer bajar del cielo a mis padres, tener un poco más de paciencia y estrechar la mano de Ayrton Senna y Leónidas de Esparta.

Dicen que a los 20 se disfruta la vida, a los 30 nos enrumbamos, a los 40 nos establecemos. ¿y los 50 para qué son?

Para la madurez, la prudencia, tomar las cosas con más calma, pero siempre con responsabilidad, compromiso y lealtad.

¿Qué cambiaría de su vida?

Haber podido compartir más tiempo con mis padres y dejar una semillita que me tome la posta con los mismos principios y valores que me inculcaron desde niño.

Si le quedara un solo día para vivir ¿Qué haría y cómo le gustaría que lo recuerden?

Me subiría a un Porsche 917 para dar muchas vueltas al circuito de Le Mans en Francia. Verlo al Ídolo dar la vuelta olímpica como campeón de América, y navegar hasta que Dios me recoja. ¡Me gustaría que me recuerden!, eso es suficiente para saber que sigo viviendo.

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