El tenista serbio Novak Djokovic aseguró que no puede “pedirle más” a la vida después de ganar este mes su segundo torneo de Wimbledon y contraer matrimonio con Jelena Ristic, publica una revista británica. El deportista, de 27 años, y Jelena, de 28, novios desde la adolescencia, se casaron en una ceremonia religiosa celebrada en una iglesia en Sveti Stefan, una diminuta península de la costa adriática de Montenegro. “Viéndola por primera vez con su vestido de novia, sonriendo y caminando hacia mí, se parecía a un ángel”, declaró “Nole” a la revista del corazón.

Djokovic explicó que durante la ceremonia trató de “memorizar ese momento” y centrar su atención en “ella, en su sonrisa” y en su futuro, añadió en referencia al embarazo de Ristic.

“Estaba muy nerviosa y todo estaba borroso. Yo lo veía a través de las lágrimas y empecé a llorar en cuanto lo vi”, intervino la recién casada sobre su nuevo marido, número uno del tenis mundial tras adjudicarse el Grand Slam londinense. Ristic reconoció que estaba tremendamente feliz y que el embarazo quizá haga más difícil “controlar las emociones”, al tiempo que se declaró “bendecida” porque “no podría pedir un compañero mejor que él. La boda fue todo lo que yo esperaba. Nuestra familia y amigos más cercanos, unidos en un paraje precioso celebrando nuestro amor”.