Hace exactamente 30 años, un mes y dos días el disco ‘1984’ marcó un antes y un después en Van Halen: los reconocimientos en los charts, con un sonido que se inclinaba hacia el pop, a través de los teclados de Eddie Van Halen (evidente con el clásico ‘Jump’) y el fin de la era David Lee Roth como vocalista.

De hecho, los vocalistas han marcado, en su momento, a la banda californiana formada por los hermanos holandeses Eddie y Álex.

David Lee Roth, Sammy Hagar y Gary Cherone, los tres cantantes, han patentado su estilo durante 40 años como Van Halen, aunque el proyecto surgió un par de años antes con otros nombres.

Cuando el primero de ellos salió de la banda en 1985 y la entrada de Hagar, Eddie describió “hemos perdido a un ‘frontman’, pero ganamos a un cantante”. Así lo veía él entonces, criterio que coincidía con la crítica especialidad, mientras que de Cherone, conocido también por haber asumido el micrófono de Extreme, tuvo un paso muy fugaz, con apenas un disco publicado en 1998 que fue considerado como el trabajo más flojo del cuarteto.

Roth era un showman en el escenario con sus extravagantes trajes, que se basaban en coloridas mallas ajustadas que dejaban su pecho desnudo, más movimientos de cadera catalogados por muchos como eróticos y los acrobáticos saltos mortales (en especial los de la ya mencionada ‘Jump’).

Con Hagar surgen dos corrientes opuestas. Una es la expansión del éxito comercial de la banda, cuya semilla fue regada con el ‘1984’ en el que aún tenía a Roth. Y la otra es el creciente resentimiento de los primeros fans por la salida de este último, una reacción quizás semejante con la experimentación que tuvo Metallica en los 90 que contraponía a su esencia thrash.

Las líricas con Hagar eran más profundas y motivadoras, más la tendencia del uso de sintetizadores con Eddie, que le dieron un sonido más maduro y menos estridente.

Durante su paso hubo muchas canciones suaves memorables como ‘Love walks in’ (en la que Hagar reflexiona sobre el hecho del que el amor está al alcance de cualquier persona si se lo propone a descubrir), ‘Why can’t this be love’, ambas del disco ‘5150’ (1986);  ‘When it’s love’, del ‘OU812’ (1989) o ‘Not enought’ (1995). En la primera plantea un discernimiento de cómo distinguir lo que es amor.

Hagar prefería más tocar guitarra durante los conciertos (con solos incluidos que no le piden favores a los de Eddie) y dedicarse a cantar, con tonos muy altos (Roth nunca ha interpretado las canciones de él, quizás porque no alcance esos registros.

Los teclados de Eddie (operado de la cadera y tratado por cáncer de garganta en 2002) eran aún más evidentes en esas canciones o en otras como ‘Dreams’ (1985), aunque durante la época Hagar no dejaron el rock característico de la banda con temas como ‘Poundkake’, del ‘For unlawful carnal knowledge’ (1991) o ‘Human being’ de la película ‘Twister’ (1996).

Como fuere, los expertos consideran a la de Roth como la mejor época de la banda, al punto de influenciar a otros grupos de rock de la época. Eso se refleja en su disco debut ‘Van Halen’ (1978), que  vendió 10 millones de copias con melodías como ‘Runnin’ with the devil’, ‘Eruption’ (en el que Eddie presenta un nuevo estilo para ejecutar el ‘tappin’ de guitarra con dos manos sobre el mastil) o ‘You really got me’ (original del grupo The Kinks).

Roth, con Van Halen, alcanzó el nacimiento de MTV en 1983 y la cadena le sirvió como plataforma para los clips de ‘Jump’, ‘Panamá’ y ‘Hot for teacher’, todos del ‘1984’, el segundo disco del cuarteto que vendió 10 millones de copias, pero a la vez llegó al segundo puesto de la revista ‘Billboard’, solo detrás de ‘Thriller’, de Michael Jackson, en donde curiosamente Eddie participa en el solo de la canción ‘Beat it’.

Para aquel año, Van Halen cobraba un millón y medio de dólares para tocar solo una hora y media de concierto.

En esa época los deseos de Eddie por experimentar esos sonidos acentuaron la fricción con Roth, quien además era el centro de atención por sus excentricidades en el escenario y (con o sin intención) opacaba al resto.

Solo los seguidores de la agrupación saben que Eddie inicialmente era baterista y Álex, el guitarrista. Luego invirtieron los roles como siempre se los ha visto en el escenario. Ambos fueron influenciados por su padre Jan, un músico de jazz.

El proyecto original tuvo a los hermanos Van Halen, más Mark Stone, luego se unió Roth, quien entonces les pedía alquilado los micrófonos y parlantes para las bandas a las que pertenecía. El bajista Michael Anthony fue el último en integrarse como reemplazo de Stone y permaneció en el grupo hasta el 2005. El actual dueño de las cuatro cuerdas es Wolfang, quien tiene 21 años, y es el hijo de Eddie.

Durante cuatro décadas, Van Halen (nombre sugerido por Roth, luego de descubrir que Mammoth ya estaba patentado por otros músicos) ha editado 12 discos en estudio, de las que ha vendido 56 millones de copias solo en Estados Unidos y 90 en el mundo, con canciones que desde 2007 les ha permitido ingresar al Salón de la Fama.

Aquel año marcó también el regreso de Roth, quien en 2004 había demandado al grupo por no formar parte de las regalías de los primeros temas.

Con su retorno la banda produjo el álbum ‘A different kind of truth’, que el próximo viernes cumplirá dos años de haberse publicado y que a la vez fue el primero con el sello ‘Interscope’ que reemplazó a Warner Brothers con el que Van Halen había grabado sus once discos anteriores desde 1978.

Sin embargo, la gira promocional de ese álbum debió suspenderse por la operación urgente de divertículos en el colón a la que debió someterse Eddie en 2012 y que requería de seis meses para su recuperación.

El acrobático y rubio, ahora con cabello corto, ‘frontman’ tiene una nueva oportunidad con Van Halen, que durante su trayectoria giraba en torno a sus vocalistas.