Volver a conectarse con los sentimientos, las picardías y los juegos de niños fue lo que experimentaron los actores y actrices durante la puesta en escena de Belisario, un dragón temerario, obra del dramaturgo, Hugo Avilés, quien la escribió en 1999 y reprodujo con su agrupación Fantoche por 10 años.

En esta ocasión, Víctor Acebedo, director de Ubriaco, desempolvó los personajes de esta fábula para delegarlos a su elenco con el desafío de transmitir, entre diálogos, la problemática del bullying y la falta de valoración personal. La consigna llevó a 8 artistas a entrenarse física y emocionalmente para interpretar los rostros del egoísmo, la nobleza, el miedo y la lealtad.

La historia es contada por un bufón (José Andrés Caballero), quien  narra la amistad entre un rey (Jorge Tenorio) y un dragón (Jerson Quinde) que padecen de baja autoestima. Esta condición los convierte en aliados para luchar contra la ‘bruja’ Malady (Noralma Reeves), encargada de sembrar la cizaña en la mente de su majestad.

La pieza teatral cuenta con una   composición destacada por elementos coloridos, como el vestuario de la época medieval y la técnica del mapping, con la proyección de imágenes con efectos de movimiento en 3D; además de la adaptación del colectivo Los Cuatro, integrado por Joyce Macías, Jessenia Caamaño, Jean Carlos Añazco y Jona Quinde, interpretando la opinión de la sociedad.

Roles con valores

Belisario es un dragón que tiene la apariencia de temerario, pero en realidad es amigable, cariñoso y carismático, señala el reconocido actor de la serie televisiva Cuatro cuartos, Gerson Quinde, quien lo interpreta.

“Por ahí va la parte reflexiva de la obra, que una cosa es lo que uno pueda aparentar o lo que el mundo crea, cuando naturalmente somos otro tipo de personas de lo que se ve afuera”, explica Quinde, quien a su vez resalta que el intenso trabajo corporal que ejecutó para caminar como un reptil lo debió en parte al taller de comedia física que desarrolló Michy Zelaya, para el elenco de Ubriaco.

El lazo afectivo de la amistad lo compartió con su colega Jorge Tenorio, quien caracteriza a un rey con personalidad infantil, hiperactivo, solidario y de buena voluntad.

“Tengo en mente llegar a los niños de forma que puedan saber que por más problemas o asustados que estén o por más miedo que le comiencen a llenar, siempre podrán  encontrar la salida, porque un héroe se constituye cuando se tiene miedo y lucha contra ello para lograr salir adelante”.

La actriz Noralma Reeves protagoniza a Malady, la antagonista del cuento, quien como consejera del rey se encarga de fastidiarlo y de mofarse de él, representando el bullying en su máxima expresión. “Es cizañera, pero en el fondo es solitaria porque en su infancia ha sido muy ‘buleada’, es autóctona y supermaleducada. Quiere ser la única escuchada y es bien chismosa”.

En cuanto al desarrollo de los artesanos, Jean Carlos Añazco comenta que tuvieron que adquirir varios estados de ánimo, actitudes y composiciones corporales para transformarse en lo que cada escena demandaba para expresar el pensamiento del pueblo. “Soy parte de los cuatro personajes que representan las reacciones del público y cómo la gente es en la vida real, que por momentos, cuando ven las cosas malas se asombran, se sorprenden, pero no hacen nada por cambiarlo”. Asimismo, destaca que el taller de Zelaya los sacó de su zona de confort para lograr la fluidez corporal.

Belisario, un dragón temerario estará en cartelera el 9 y 16 de julio, en la Sala Experimental del Teatro Centro de Arte, a las 11:30. Posteriormente será llevado al Miniteatro del Paseo Shopping Machala, el 27 de agosto y 3 de septiembre. (I)