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Una cinta ‘Die hard’ que evidencia falta de ideas

Una cinta ‘Die hard’ que evidencia falta de ideas
16 de febrero de 2013 - 00:00

De aquel ‘Die hard’ (‘Duro de matar’ para Latinoamérica), en cuya  aventura inicial un policía descalzo vence a 12 terroristas en un edificio con más de 30 pisos, no queda nada cuando uno se sienta frente a la pantalla gigante para ver ‘A good day to die hard’, la quinta parte de una saga que empezó en 1988, con tres directores distintos, y deja entrever un agotamiento de ideas para enganchar al espectador, salvo los habituales ‘blockbusters’ (entiéndase a la cantidad de explosiones y persecuciones) habituales de los filmes de acción.

En la película original, John McClane (interpretado por Bruce Willis) es un común policía de Nueva York que va a Los Ángeles para reconciliarse con su esposa Holly (Bonnie Bedelia), quien es anfitriona de una reunión navideña en el edificio Nakatomi Plaza, de propiedad de su jefe japonés.

Según el filme de John Mc Thiernan, el problema es que ese edificio es el objetivo de Hans Gruber (Alan Rickman, un ladrón alemán que utiliza el terrorismo con otros once para robar los millones de la bóveda que tiene el Nakatomi. Ellos entran tan de sorpresa, que no le dan tiempo a McClane de ponerse zapatos, pero no le importa porque debe salvar a su esposa y los demás rehénes del edificio.

La trama es atractiva, al igual que la de su secuela en 1990, la de Renny Harlin. Ahí McClane se ve envuelto involuntariamente en un secuestro de aviones (en uno de ellos, para variar, va su esposa).

Para la tercera Mc Thierman  toma las riendas. Allí el enganche es la venganza de Simon Gruber (Jeremy Irons), hermano de Hans, pero nótese que el protagonismo de Holy es prácticamente nulo y el argumento empieza a carecer de atractivo.

La cuarta parte, dirigida por Len Wiseman, se aleja aún más con una historia acerca de ‘hackers’, en un intento por adaptarse a la modernidad de las redes informáticas.

John Moore asume el reto de una quinta película en la que es evidente el cambio físico de Bruce Willis como John McClane. En sus inicios tenía algo de cabello ondulado, ahora es calvo, al estilo de los referentes de acción contemporáneos como Vin Diesel o Jason Staham.

Ahora cuenta con un nuevo “socio”, su propio hijo Jack (John Jr., en realidad e interpretado por Jai Courtney), con quien casi no tiene relación, salvo sus genes y sangre.

Antes fueron Reginald Johnson, como el sargento Al Powell, y Samuel L. Jackson como el electricista Zeus Carver. Y para alejarse aún más de la esencia que caracterizaron a sus antecesoras, los guionistas Skip Woods y Roderick Thorp ambientan la acción a Rusia, con una mafia de ese país.

No obstante, se percibe a un McClane menos eufórico y casi nada expresivo, hasta el punto de resultar insensible al peligro al que parece haberse acostumbrado tras cuatro filmes al borde de la muerte, acosado por terroristas.

La cinta hace gala de una larguísima persecución en la que se destrozan decenas de coches, en los que el protagonista es atropellado y sufre varios accidentes de los que sale sin inmutarse, algo menos creíble que el hecho de haberse enfrentado a 12 terroristas sin zapatos en la versión de 1988 o caer desde el ala de un avión que está a punto de despegar, dos años después.

Pero si de enganches se trata, la actriz y modelo rusa, Yulia Snigir, funciona por su belleza como la hija de un político ruso que es prisionero. Y quizás solo quede como gancho, pues su condición de debutante en el cine ‘gringo’ la deja como una especie de Megan Fox en las primeras películas de ‘Transformers’ para asegurar taquilla.

Como fuere la más reciente entrega de la saga ‘Die hard’, que se estrenó ayer en los cines ecuatorianos, ya suma casi 400 millones de dólares en el mundo, algo más de 350 ‘Die hard with a vengeance” (1995) y los 240 millones de la segunda parte, ‘Die hard 2: Die harder’ (1990).

Hace pocos días, en una entrevista Willis afirmó su satisfacción de encarnar por quinta vez a McClane, al final es el personaje que afianzó su carrera a finales de los 80.

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