Un nuevo rival pondrá en jaque a los indestructibles
En una época en la que el cine de acción se veía dominado por las películas de superhéroes, ‘The Expendables’ (Los Indestructibles) logró, aún con sus fallas, recuperar la figura de los héroes de los años 80 y 90.
Su alcance fue más profundo que el hacer realidad el sueño de un ensamble de élite en la pantalla grande, también revitalizó un género con cada vez menos exponentes.
El pase de antorcha de Sylvester Stallone a Jason Statham -junto a Bruce Willis, los únicos cuyos protagónicos podían pelear la taquilla- demostró que la llama todavía ardía y que el grupo era muy necesario. La secuela, sin duda, perfecciona las falencias de la original para obtener un innegable mejor resultado.
Simon West, director que tiene en su haber la pobre ‘Tomb Raider’, pero venía de superar expectativas con ‘The Mechanic’, se hace cargo de un guión sin la solemnidad o la búsqueda de la autoparodia constante de la primera.
Estos aspectos en su justa medida -aún sin el desenfreno que se sabe puede alcanzar-, acompañados de una serie interminable de one-liners y acción permanente, hacen de ‘The Expendables 2’ un combo irresistible.
Tras una gran secuencia inicial, a la que el resto de la película no puede alcanzar, se da pie a un filme repleto de elementos trillados que, en manos de las glorias pasadas que por repetición los convirtieron en clichés, funcionan y se disfrutan por autoconscientes.
A diferencia de la primera, con la entrega al transportador de las llaves del género y su conversión en protagonista (ahora, de hecho, hay una nueva generación que le resalta sus limitaciones), esta se permite, y en esto reside uno de sus logros fundamentales, ser un espacio para que todos se luzcan por igual.
A fin de cuentas puede ser que solo confirme la hegemonía reinante. Que Willis y Statham todavía sean los taquilleros del grupo, eso al menos hasta que Schwarzenegger y Stallone tengan su explosivo regreso el próximo año, y que solo suponga unas vacaciones para el resto del equipo: para Van Damme y Lundgren, del directo a vídeo; para Chuck Norris, del ‘retiro’ y para Jet Li, del cine chino. Aún esta lejos de ser una película solo para ellos.
La trama de la película se traslada a Albania, a donde los indestructibles se dirigen en una supuesta “misión sencilla” encargada por el Sr. Church (Bruce Willis).
Uno de la banda comandada por Barney (Sylvester Stallone) muere en manos de una tropa liderada por Vilain (Jean Claude Van Damme, el antagonista. Ellos se están en la zona explotando una mina para extraer plutonio y fabricar bombas nucleares. Para tal tarea tiene a todo un pueblo de rehén.