Es posible que aquellas historias sobre la existencia de hombres lobo daten desde  la cultura griega, antes de Cristo porque en escritos se cita a Licaón, rey de Arcadia, como el primer licántropo (más porque realizaba sacrificios humanos). Pese a ese dato, se desconoce el origen exacto del mito que envuelve al hecho de que un hombre se convierta en un lobo.

No obstante, la literatura moderna y los cineastas han aprovechado el mito del hombre lobo como una fuente inagotable para filmar películas con tramas tan distintas unas de otras. Y van desde las más terroríficas como la reciente ‘The wolfman’ (2010) con Benicio del Toro como director y protagonista, que tiene semejanza con la versión ‘Wolf’ (1994) en la que interviene Jack Nicholson.

La comedia no ha estado al margen de la leyenda urbana (semejante como las de Pie grande y El abominable hombre de las nieves). Una de las comedias más conocidas es ‘Abbott and Costello meet the Frankenstein, Dracula and the wolfman’ (1948) con Lon Chaney Jr. como el licántropo.

Al director Rod Daniel y al guioniste Jeph Loeb se les ocurrió en 1985 convertir a esa bestia insaciable de sangre y carne en un adolescente común que siendo débil físicamente debe lidiar con la casi siempre clasista secundaria estadounidense. Así surge ‘Teen Wolf’ que tuvo a un Michael J. Fox, que gozaba fama por su papel de Marty McFly en ‘Back to the future’, como su protagonista.

Fox es Scott Howard, un estudiante de 17 años que, pese a su corta estatura -1,60 metros-, integra el equipo de básquet de su colegio. En sus ratos libres ayuda a su padre, quien es dueño de una ferretería.

Scott está enamorado de la rubia Pamela Wells (Lorie Griffin), quien es actriz de teatro y la novia de Mick McCallister, basquetbolista del equipo contrario. Sus mejores amigos son ‘Stiles’ (Jerry Levine) y ‘Boof’ (Susan Ursitti), quien está enamorada de Scotte desde que eran niños.

Scott descubre que puede convertirse en lobo y se asusta, pero su padre (interpretado James Hampton) le explica que es hereditario. Entonces Scott usa ese don para convertirse en la estrella del equipo, simular que surfea de cabeza, pero sobre el techo de una furgoneta y conquistar a Pamela.

Lo que Scott no sabe (o no entiende) es que la gente no lo quiere a él, sino al lobo.
‘Boof’ encara al licántropo adolescente, quien comprende que la gente debe aceptarlo por sus sentimientos como humano y no por sus habilidades como lobo.  

Scott deja plantada a Pamela y acepta a ‘Boof’. El éxito de ‘Teen wolf’, generó una secuela en 1987 con Jason Bateman, pero esa es otra historia.