Con las ganas de seguir bailando. Así dejó el boricua Marc Anthony a los miles de asistentes que llenaron todas las localidades del Teatro Feria de Durán, en el que se presentó el pasado viernes.

Y es que de su extenso repertorio solo interpretó doce temas en una hora y media de espectáculo. Varios incluso se vieron obligados a comprar -a la salida- discos piratas para oírlo nuevamente desde la radio de sus carros, convirtiendo el parqueadero en un espacio de competencia del volumen más alto y la canción más chévere.

El intérprete y actor durante su recital demostró su potente voz, carisma y sus dotes de seductor, ya que no solo ofreció un concierto de primer nivel sino que también repartió besos a todas las chicas que se encontraban cerca del escenario. Muchas de ellas le propinaron piropos subidos de tono que en más de una ocasión lo hicieron sonrojar. Marc Anthony devolvió el gesto con ‘besos volados’ y algunos ‘face to face’ y además de frases como “Yo también te amo baby”, “Gracias corazón” o “Esta noche soy todito para ti”, provocando el delirio de muchas seguidoras.

La jornada empezó a las 17:00 cuando se abrieron las puertas del recinto ferial para que los espectadores vayan acomodándose en sus asientos. La zona de general era la que más concurrencia tuvo a esa hora, a pesar que el show estaba previsto para las 20:30.

En los exteriores los revendedores de los boletos los ofrecían hasta con un 50% por ciento más de recarga, es decir, la entrada a general que costaba $ 40 eran vendidas entre $60 y $70. También se registraron casos de estafas puesto que algunas personas fueron impedidas de ingresar al teatro porque sus pases eran falsificados. Ellos alegaron que las adquirieron en la reventa.

Mientras tanto, poco a poco seguían llegando más personas y aprovechaban la presencia de los vendedores informales de comida para saborear chuzos, gusanitos, choclos asados con queso, guatita y llapingacho.

Quienes optaron por comer dentro del teatro tuvieron que pagar $ 2,50 por una hamburguesa o un hot dog. Las bebidas gaseosas costaban $ 1,50 y los vasos de cervezas $ 3.

La caída del sol dio la bienvenida a los asistentes que iban llegando, ya que en esa parte de Durán el firmamento registró una paleta de colores que iba desde el naranja, pasando por el turquesa, azul y rojo. Varios aprovecharon esta escena para tomarse fotos desde sus smartphone y subirlas a las redes sociales.

Cerca de las 19:00, el panorama era otro. La general y la tribuna lucían totalmente llenas, no así en la zona vip y golden box. Pese a la multitud, los organizadores del evento tomó todas las medidas necesarias para que ingresaran de forma ordenada.

Cuando el reloj marcó las 20:00 subió al escenario el cantante ecuatoriano Roberto Rodríguez, quien puso a calentar los motores con algunos covers como ‘Sin sentimiento’, ‘Sufrimiento de amor’, ‘Señora ley’, ‘Lo que un día fue no será’ y ‘Envidia’. Esta última es un tema inédito. Los asistentes lo despidieron con aplausos y gritos.

A las 21:50 las luces del recinto se volvieron a apagar para dar paso al show que todos estaban esperando. El ex esposo de Jénnifer López subió al escenario en medio del júbilo de los presentes y los flash de los celulares.

Los temas ‘Valió la pena’ e ‘Y hubo alguien’ fueron los que escogió este cantante de 45 años para abrir el recital que forma parte de su tour 2013 ‘Vivir la vida’ que lo llevará por más de 25 países del mundo.

“Esta noche vamos a sudar. Vamos a cantar las canciones que más me gustan de toda mi carrera y espero que ustedes me acompañen cantándolas y disfrutando”, fueron las primeras palabras de Marc Anthony ante el público.

El boricua se desplazo por todos los sectores del entablado bailando y gesticulando sus manos y rostro. ‘Hasta ayer’, ‘Tengo tanto miedo de perderte’ y ‘Yo trato’ siguieron en su repertorio, en el que demostró una fuerza interpretativa extraordinaria. Entre canciones dejó que sus músicos hagan gala de sus maniobras con los instrumentos como las congas, trompetas y baterías. El público respondió con aplausos, aunque algunos criticaron desde sus asientos que cada tema se prolongaba demasiado por las intervenciones de los músicos.

En ‘Vivir lo nuestro’ pidió a todas las féminas que entonaran la parte que interpreta la cantante La india en la versión original del tema. Todas colaboraron.

Marc Anthony solicitó que se prendieran las luces del recinto para saludar a los asistentes de la general y tribuna. La ovación que recibió fue ensordecedora.

Uno de los temas más cantados por los presentes, de principio a fin, fue ‘Y cómo es él’, de José Luis Perales, que Marc reversionó.

Los besos, aplausos, gritos y demás muestras de cariño por parte del artista y del público robaron sonrisas a todos por el carisma que él demostró en todo momento.

‘Qué precio tiene el cielo’, ‘No hay nadie como ella’, ‘Te conozco bien’ y ‘Mi gente’ fueron las últimas que cantó antes de despedirse, alegando que el público estaba algo cansado.

Y aunque la gente gritaba incansablemente que no era así, él se fue del escenario con su amplia sonrisa. A los pocos segundos se escuchó en unísono por todo el recinto “Voy a reír, voy a bailar/ Vivir mi vida lalalalá/ Voy a reír, voy a gozar/ Vivir mi vida lalalalá”, primera estrofa del tema ‘Vivir mi vida’ que Marc Anthony sacó al mercado hace tres meses. Él volvió a subir para despedirse con ‘Tu amor me hace bien’ y ‘Vivir mi vida’, entre bailes, aplausos y agradecimientos. Una fans logró burlar la barrera de seguridad y se subió al escenario. Él la tomó del brazo y se puso a bailar con ella, la abrazó y hasta la besó, tal como lo había hecho con otra fan minutos antes.

De esta manera el boricua deleitó a los guayaquileños y hoy repetirá la dosis en un concierto gratuito al aire libre, en Manta. 

Marc Anthony recibió un sinnúmero de regalos que fueron desde flores, sostenes, calzones, peluches y almohadas. Fotos: Karly Torres