Con sentimientos encontrados. Así se halla en estos momentos Constanza Báez, quien esta noche entregará su corona a la nueva Miss Ecuador, en una velada que se realizará en el mismo escenario en donde fue coronada como la mujer más bella del país en 2013.

“Me siento feliz y al mismo tiempo triste. Feliz porque sé que hice mucho por la organización y conseguí un triunfo importante para el país en materia de reinados de belleza; triste porque se acaba este año maravilloso”, dijo Báez, quien quedó como segunda finalista en el Miss Universo efectuado en Rusia, siendo la primera ecuatoriana en llegar hasta esa instancia dentro del concurso de belleza más importante del mundo.

Ahora que deja la corona, Báez tiene muchos planes en mente y estos la mantienen “llena de optimismo”, aunque no quiere contarlos para se cristalicen con mucho éxito.

“Hay tantas cosas en mente y varias ofertas gracias a Dios, pero no quiere revelarlos para que sean una sorpresa y ya saben que cuando uno se adelanta a los hechos no salen bien”, recalcó.

Pese a ello, expresó que su futuro profesional está fuera de las fronteras de este país. “El Miss Ecuador y el Miss Universo concretamente le cambia la vida a cualquier mujer porque les abre un abanico de posibilidades. A mí me han salido ofertas para modelar o aparecer en televisión. Todo está en que yo me decida”.

Báez aseguró además que por el momento no está en sus planes casarse porque cuenta con el apoyo de un hombre que sabe que la preparación es primordial para crecer como persona. “Él me apoya y quiere lo mejor para mí. A él también le gusta superarse, por ahora nos encontramos bien así como estamos”, contó.

Sobre la nueva soberana, dijo que ella estará dispuesta a darle los consejos que sean necesarios para que destaque en el Miss Universo y dentro del país. “Ser reina de belleza te dura toda la vida porque tu estilo de vida cambia totalmente. Donde quieras que vayas todos voltearán a verte, por ende uno debe estar preparada física y estéticamente con la mejor predisposición para devolver las muestras de cariño, seas o no una Miss Ecuador en esos momentos”, dijo.

Lo mismo ocurrió para Nathaly Arroba, Miss Ecuador International, quien tuvo una destacada actuación en el certamen internacional que se celebró en Japón, el pasado diciembre.

Aseguró que esa ha sido una de sus experiencias más importantes de su vida, puesto que como Ingeniera en Hotelería y Turismo pudo conocer de cerca el trabajo de promocionar al Ecuador en el exterior y en una cultura completamente diferente.

Una de las ventajas de esta guayaquileña de 24 años es que habla tres idiomas además del español (inglés, portugués y francés) lo que le ha abierto las puertas para numerosas ofertas de trabajo.

Durante este año de reinado, según Arroba, la mejor experiencia personal fue trabajar con la Fundación Narices Rojas asistiendo a varios niños y personas con diferentes enfermedades, especialmente con cáncer, para levarles un poco de alegría y olviden el malestar que les aqueja en esos momentos.

“La obra social es algo que está en mí y no solo porque estuve en el Miss Ecuador. Creo que no me voy a deslindar de la ayuda social nunca porque es mi deber como ecuatoriana y como persona”, puntualizó.

Y es que si de trabajo social se trata, Giuliana Villavicencio, Miss Ecuador Supranational, también trabajó intensamente este año en varios proyectos de ayuda social, especialmente con los niños con capacidades especiales.

Patrocinó y estuvo al frente de las campañas de las olimpiadas especiales en que Ecuador participó.

Villavicencio, ingeniera en Ciencias Empresariales y una de las que se destacó por su carisma y belleza dentro del Miss Ecuador, aseguró que nunca olvidará su viaje a Bielorrusia en donde su actuación llamó la atención de varios medios internacionales.

Tiene muchos planes en mente para este año y seguir con sus trabajos en el modelado, en donde empezó hace años.