Mientras que a Charlie Chaplin le bastaba solo con un parque, un policía y una chica guapa para hacer una comedia, para el  director japonés Akira Kurosawa el guión era decisivo en la realización de un filme. “Con un mal guión solo tendrás películas malas”, decía.

Aunque ambos desaparecieron ya  —Chaplin en 1977 y Kurosawa en 1998— sus filmes permanecen,  como muestra de un oficio convertido desde hace mucho en una gran industria mundial.

El Ecuador, que tradicionalmente ha tenido una escasa producción fílmica, ha aumentado  en los últimos años. El 2014,  por ejemplo, se estrenaron más de 10 filmes, según datos del Consejo Nacional de Cine (CnCine). Y para este año, hasta el momento, están confirmados  otros siete, entre ficción y documentales.

Las películas que se verán en 2015

Con Travesía, estrenada el viernes pasado en los Supercines de Quito y Guayaquil, arrancó la propuesta cinematográfica ecuatoriana de este año. Dirigida, escrita y actuada por Carlos Piñeyros, esta producción, se enfoca en los viajes que los 2 protagonistas (Mario y Cristina), realizan  por varios puntos de la geografía del Ecuador (Ruta del Spondylus, Cuenca, Misahuallí) como parte de su trabajo como promotores turísticos. El largometraje, de casi 2 horas, fue realizado con  financiamiento privado, señaló Jaime Rosero, productor general.

En febrero llegará a las salas de cine del país, Terremoto Quito (entre el amor y la fe), dirigido por el quiteño Javier Díaz. El argumento de la película, de una hora 45 minutos de duración, gira en torno a un supuesto sismo devastador que ocurrirá en la capital ecuatoriana en 2017.

Posteriormente, junio le dará paso a Alfaro vive carajo, el documental de Mauricio Samaniego, acerca del movimiento armado de izquierda, del mismo nombre, que actuó en los años ochenta en el Ecuador. El filme, que ganó en 2014,  fondos del Consejo Nacional de Cine (CnCine), para posproducción, muestra a los sobrevivientes, 25 años después, mientras cuentan la historia, que fue ocultada o tergiversada, indicó Gabriela García, productora y directora de fotografía del documental.

En agosto llegará a las salas comerciales el documental dirigido y escrito por  José Zambrano,  Leonidas, el taita subversivo,  una coproducción entre la empresa Qiatro y la fundación Pueblo Indio del Ecuador. Zambrano, señaló que su propósito  es acercar a los ecuatorianos al pensamiento de Monseñor Proaño, a quien conoció cuando era estudiante de secundaria.

Además de su estreno en cines comerciales, el filme se exhibirá también en comunidades rurales, campesinas e indígenas del país y en salas alternativas.

En el mismo mes entrará a las salas de cine del país, ¡Qué viva la fiesta!, del director y escritor  manabita Franklin Briones. Filmada en Manta, la cinta gira en torno al tema de la soledad y el desarraigo familiar.  Narra la historia de Hermógenes, un viejo que para hacer volver a sus hijos, que viven fuera del país, les cuenta que ha descubierto un tesoro, y que está muy enfermo.  Briones, que también es productor y guionista del filme, reveló que debió recurrir a varias alternativas, entre ellas el crowdfunding (financiamiento colectivo) con el fin de lograr apoyo económico para su proyecto. La película, gracias a un contrato firmado con el canal público Ecuador Tv, se exhibirá también en dicha estación.

Mientras que el estreno de  UIO: Sácame a pasear, primer largometraje de la quiteña Micaela Rueda, está previsto para el segundo semestre del año. Con guión de Juan José Vallejo, la cinta cuenta la historia amorosa entre Sara y Andrea (2 muchachas compañeras de colegio) y cómo este  sentimiento transforma sus vidas. El proyecto se financió con los fondos concursables para escritura y producción del Consejo Nacional de Cine, además de una coproducción de Colombia y México, explica la productora  Patty Maldonado.

Killa (antes que salga la luna) la película de ficción de Alberto Muenala, se suma a los estrenos de este año. Rodada entre Ibarra, Otavalo, Peguche y Quito, la anécdota cinematográfica de Killa, prevista para exhibirse en septiembre, cuenta la historia de un fotoperiodista kichwa que descubre hechos de corrupción cometidos por la familia de su novia mestiza, lo que da pie a un conflicto personal con ella.
El proyecto arrancó en 2011, con un fondo concursable otorgado por el Consejo Nacional de Cine en la categoría de Producción de largometraje de ficción, expresó Muenala.

El próximo año llegará a las salas comerciales Alba, dirigida por Ana Cristina Barragán. El filme se centra en la relación de una niña, casi adolescente, con su papá, dice Isabella Parra, productora de este  película, realizada con el apoyo del CnCine, Ibermedia y una productora mexicana.