Tras la boda, Clooney y Alamuddin almuerzan en familia
George Clooney y su esposa Amal Alamuddin almorzaron este domingo en Venecia con familiares y amigos, al día siguiente de su boda íntima, a la que seguirá el lunes una ceremonia civil en el ayuntamiento de la "Serenísima".
"La boda fue más que perfecta. Fue al mismo tiempo suntuosa y sencilla", comentó a la AFP Rami Alamuddin, el padre de Amal. "Hacen muy buena pareja".
El exsoltero más codiciado del planeta y la bella abogada volvieron en la tarde de este domingo al barco "Amore" para salir del soberbio palacio en el que se dieron el "sí, quiero" el sábado por la noche y fueron al Hotel Cipriani para almorzar con sus allegados.
Con un vestido blanco con pétalos rosas y rojos bordados del diseñador italiano Giambattista Valli que dejaba al descubierto sus interminables piernas, Amal lucía una fina alianza de pequeños diamantes.
El novio dudó cuando le pidieron que mostrara la suya, y miró primero su mano derecha, antes de mostrar el anillo que ahora decora, tras décadas de soltería, su anular izquierdo.
El ídolo de Hollywood, de 53 años, y la abogada libanesa-británica, de 36, se dijeron "sí, quiero" el sábado al anochecer en una ceremonia privada en el extraordinario hotel Aman, antes de disfrutar de la fiesta con sus amigos de la jet-set en una de las bodas más destacadas en muchos años.
Según una fuente vinculada al hotel, hubo hurras y silbidos mientras el actor, eufórico, tomó a su esposa en sus brazos para besarla, y sus manos temblaban cuando cortó la tarta.
Entre las estrellas de cine invitadas se encontraban Matt Damon, Bill Murray, Cindy Crawford y su esposo Rande Gerber --quien según los rumores fue el testigo de Clooney--, y de acuerdo con las versiones danzaron hasta la madrugada con los éxitos de Blondie, Jackson 5 y Daft Punk.
La pareja hará oficial su matrimonio ante la ley italiana en una ceremonia civil el lunes en la alcaldía de Venecia ante Walter Veltroni, amigo de Clooney y exalcalde de Roma.
Según una fuente cercana a las celebraciones, los recién casados tienen previsto pasar su luna de miel en la turística ciudad marroquí de Marrakech.
Había rumores entre los paparazzi que espiaban afuera del hotel en lanchas rápidas que los Clooney podrían abandonar a sus invitados tras el almuerzo para pasear por la ciudad de los canales, con una posible parada en el Puente de los Suspiros, donde según la leyenda los amantes pueden asegurarse de que su amor será eterno con un beso.