Sueños de papel, semillero de pequeños lectores
Bajo el lema ‘Lee, juega e imagina’, alrededor de 70 niños, acompañados de sus padres, primos, hermanos, entre otros familiares, acuden a la Sala Infantil Ruth Garaicoa Soria, de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas (9 de Octubre y Pedro Moncayo) para perderse en el fascinante mundo de la lectura.
Un paraíso de letras los transporta al pasado, presente y futuro de nuestro mundo y de otros desconocidos que solo existen en los relatos de los grandes autores de cuentos, fábulas, leyendas y demás textos infantiles.
Este programa de animación a la lectura lleva tres años inculcando a niños de todas las edades y estratos sociales el amor por las letras, bajo la coordinación de Rosa Pogo, quien fue la mentalizadora de este espacio, motivada por la necesidad de crear un mundo más justo y para que los niños tengan la capacidad de reflexionar sobre las cosas y situaciones que los rodean.
“Buscamos rescatar la importancia y la necesidad de estimular el deseo de leer, entre nuestros niños, jóvenes y la sociedad en general. También se busca construir un puente entre la biblioteca y la comunidad”, señala Rosita, como la llaman todos los niños y compañeros de la sala de lectura.
Sobre este aspecto, Pogo señala que cualquier persona que sepa narrar un cuento o una leyenda puede acercarse y compartir con los niños. Primero deberá asistir dos semanas como oyente para que constate la dinámica del programa y sepa cómo llegar a los niños. “Una vez recibimos a un panadero que le gustaba contar cuentos y lo hizo muy bien. Los niños y los padres se quedaron fascinados”, recuerda.
Otro aspecto importante que rescata Rosita es que los padres también se sienten a leer con sus hijos y crear en ellos ese buen hábito a la lectura. “Muchos de ellos hasta escogen sus cuentos porque son distintos a los que leían cuando eran pequeños”, acota.
Este detalle -para Pogo- le resulta fascinante porque “vivimos en una sociedad no lectora y crear padres lectores es gratificante porque ellos así generan un entorno apegado a las letras y así sus hijos tendrán ese hábito”.
En Sueños de papel no solo se leen cuentos clásicos. Hay una amplia gama de textos originarios de varios países para que los pequeños lectores no solo conozcan lo que pasa más allá de sus fronteras.
No solo se hacen narraciones tradicionales de nuestro país, sino que se leen cuentos de autores mundialmente reconocidos. Incluso muchos de ellos tocan temas sociales con el lenguaje preciso para que los niños comprendan.
“Hay semanas en donde se leen libros temáticos. Un día hablamos sobre el refugio y de cómo viven los niños que se desplazan de un país a otro o de una ciudad a otra. Ellos nos contaban que habían visto o escuchado sobre este tipo de personas y eso les permitió tener un contacto real con su sociedad”, señala.
Otro de los espacios que tiene este programa es ‘Cuentos a media luz’ en donde los menores leen sus cuentos a oscuras y con velas encendidas. “A los niños les gusta la idea de leer cuentos de esta manera. Le da un toque especial a los relatos”.
El ‘Club de la lectura’ también contribuye al desempeño didáctico de los niños que asisten a este programa. “Aquí no le tomamos lección a nadie. Hacemos que los niños entre ellos conversen y hablen de los cuentos que más les gusta o de lo que no les gusta de ellos”.
Dentro de este espacio, Sueños de papel recibe la visita de estudiantes de varias escuelas fiscales o particulares. En las siguientes semanas se comenzará a prestar libros para que los niños puedan leer en su casa. Sin embargo, Pogo considera que este proyecto es delicado porque se debe primero crear una base de datos para tener la garantía de que el libro retorne a la biblioteca y después vaya a otros hogares. “Vamos a empezar con una especie de socios que formen una red de lectores a los que podamos ubicar”, acota.
Otro de los proyectos que se ejecutarán es el ‘Rincón barrial de lectura’ que consiste en que se organicen ferias de lectura en diferentes sectores de la ciudad para que haya más niños con acceso a la lectura. “Necesitamos de personas comprometidas con este proyecto para que cada vez más los niños puedan leer desde sus hogares y nosotros saber que esos libros serán devueltos”.
Sueños de papel también pone a disposición de la comunidad sus salas de lectura para que los padres lleven a sus hijos a hacer las tareas colegiales en sus salas en un entorno adecuado. “Estas salas son de la comunidad y ya estamos recibiendo niños que vienen a hacer sus tareas de escuela aquí y luego que terminan toman un libro y se ponen a leer”.
Rosita Pogo concluye que la lectura es la única manera de hacer una sociedad más consciente de su realidad, sin dejar a un lado el fascinante mundo infantil en donde la inocencia y los valores humanos sean los protagonistas.