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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Steve McQueen: “Quise contar esta historia”

Los actores  Chiwetel Ejiofor (d), Michael Fassbender y Lupita Nyong’o (i) protagonizan 12 años de esclavitud.

El británico Steve McQueen llegó al mundo del cine para quedarse. Con su primer filme, Hunger (2008), tuvo a la crítica y al Festival de Cannes (ganó la Cámara de Oro) a sus pies, gracias a la historia real de la huelga de hambre del irlandés Bobby Sands en los tiempos de Margaret Thatcher. Luego, con Shame (‘Deseos culpables’, 2011), la historia de un adicto al sexo, escandalizó y siguió cosechando aplausos.

Ahora, con ‘12 años de esclavitud’, la gloria continúa. El filme, que llegará a las salas colombianas este viernes, acaba de ganar el Globo de Oro a Mejor drama y está en las cábalas para el Oscar.

“Quería contar la historia de la esclavitud, una historia que para mí no ha tenido una plataforma en el cine -dice McQueen, en una entrevista concedida en el marco del Festival de Cine de Toronto, donde la película se llevó el Premio del público-. Una cosa es leer sobre la esclavitud o tener algunas ilustraciones, y otra verla en una película; es diferente, y eso es lo que quería hacer”.

Su filme narra la desventura de un hombre libre, Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), casado y con hijos, y quien trabaja como músico en Nueva York en 1840. Cultivado, culto y confiado, Northup es engañado y vendido como esclavo. El drama está basado en la experiencia real de este hombre, quien sufrió lo que aparece en pantalla y lo describió en un libro homónimo.

McQueen afirma que dentro de su ideario como cineasta siempre estuvo rodar alguna vez una película sobre este tema. “Tenía la idea de un hombre libre en el norte de EE.UU. que podía ser raptado y convertido en esclavo -cuenta-. Y me junté con John Ridley para hacer el guion. Mi esposa me dijo que por qué no buscaba un caso verdadero y llegó con este libro, escrito por un hombre que había sido esclavo”.

La inspiración directa, el realismo, la verosimilitud presente en cada escena se debe a la lectura de esta pieza desconocida de historia. “Tan pronto como puse el libro en mis manos, fue increíble: cada página a la que le daba vuelta era una revelación. Cuando tienes una idea y de pronto la ves convertida en un libro, es simplemente increíble. Hace 100 años que este libro estaba dando vueltas, y yo me enojé conmigo mismo por no haberlo conocido antes”, cuenta el cineasta.

Con ojos de británico
Sobre Northup, McQueen habla con intensidad. Del camino y de la tragedia que vivió hace más de un siglo en Estados Unidos. Pero se queja también de no haber averiguado más sobre él. “Hicimos algo de investigación, pero no encontramos nada del personaje. El libro fue publicado por primera vez en 1850. No sabemos cómo ni dónde murieron él y su familia”.

McQueen es inglés, y muchos críticos y analistas de cine han hecho hincapié en ese hecho porque, según sostienen, esa distancia le ha servido para mostrar aristas sobre la esclavitud en Estados Unidos nunca antes vistas en una película norteamericana.

“Primero que nada, no me gusta suscribirme a esas etiquetas, o nacionalismos o lo que sea -dice con tono enfático-. Yo tengo algo de británico, mis padres vienen de Granada, mi madre nació en Trinidad. La madre de Malcom ‘X’ nació en Granada. En Granada nació Carmichael, quien fundó el movimiento del Poder Negro. Entonces es complejo, no es simple. Marcus Garvey, Collin Powell, Sidney Poitier... estadounidenses, indios, británicos. Esta película es sobre la esclavitud. No se trata de ser británico, se trata de la historia”.

La única etiqueta que admite McQueen es esta: “Para mí, esta película es sobre el amor, y es una palabra divertida porque suena algo tonto en este contexto, pero es sobre lo que trata esta película, y en ocasiones el amor da mucho dolor, pero tienes que pasar por él, y esa es la travesía por la que quería pasar”.

‘Jamás podría hacer un película tipo Hollywood’.

Aunque el director lleva el peso de llamarse igual que la legendaria estrella de Hollywood, el desaparecido actor Steve McQueen, quien era rubio, este artista afo se ha trazado su propio camino.

Iniciado como artista visual y escultor, este ‘nuevo’ Steve McQueen estudió Arte en el Hammersmith and West London College; luego, Arte y Diseño en el Chelsea College of Art and Design y después, Bellas Artes en el Goldsmith College.

Sus cortos de videoarte dejaron huella en museos y muestras de distintas curatorías, y su inspiración más crucial para hacer cine queda clara: “Amo la Nueva Ola francesa”, dice sobre el movimiento del siglo pasado liderado por cineastas franceses como François Truffaut y Jean Luc Godard. “Además admiro el trabajo de Andy Warhol, Jean Vigo y Billy Wilder”. Y es claro en un punto: “Jamás podría hacer una película tipo Hollywood”.

‘12 años de esclavitud’ pisa fuerte para los Oscar, que se entregarán el 2 de marzo. El filme tiene 9 nominaciones, entre ellas la de Mejor película y Mejor director. Sin embargo, McQueen se lo toma con humildad: “Mis expectativas ya se cumplieron, ya hice la película. Alguien me dijo alguna vez: ‘Tu película es imposible’. Y la hicimos, y eso es todo para mí. Si llega algo más sería grandioso, pero lo que me tiene más feliz es que la película fue terminada”.

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