Sor Cristina afirma que usa su don del canto para llevar el mensaje de Jesús a otros (VIDEOS)
No todos los días una monja compite en un reality show, y de canto. Su participación se convirtió en algo insólito, que inicialmente causó expectativa por su condición de religiosa.
Con el paso del tiempo aquel ‘morbo’ se convirtió en aceptación. El público la adoptó como una heroína y aquello se reflejó en el 62% de votos emitidos por la audiencia que el jueves pasado vio la final de La Voz de Italia. Sor Cristina.
Pero más allá del triunfo, ¿quién es ella? Nació hace 25 años como Cristina Scuccia en Comiso, Sicilia, y aunque su familia es cristiana ella nunca sintió inclinación por convertirse en monja.
De hecho, lo que siempre le atrajo fue el arte. La carrera musical de Cristina tuvo sus inicios cuando cantaba en las plazas de los pueblos o en eventos sociales como bodas y fiestas. También probó suerte en el show de televisión Amici y estuvo a punto de concursar en X Factor, pero no lo hizo.
En 2007 se trasladó a Roma y estudió canto e interpretación en la escuela academia Star Rose, inclusive llegó a tener novio.
En Star Rose protagonizó el musical ‘Il coraggio di amare’, donde interpretaba a Sor Rosa Rocuzzo (1882-1956), una religiosa del siglo pasado muy al estilo de la película ‘Sister Act’, la comedia que protagonizó Woopy Goldberg en 1992.
“Creo que fue una señal. Y ahí fue cuando poco después me di cuenta de que Jesús me llamaba y me pedía que estuviera dedicado a él. Cuando Jesús te descubre, ya no puedes alejarte de él”, explicaba la religiosa.
En 2010, ya dentro de la congregación de las Ursulinas, Sor Cristina se marchó a Brasil para llevar a cabo el noviciado.
“Allí no conocía a nadie ni hablaba el idioma portugués, así que la música fue mi manera de acercarme a los niños. Y con ellos volvió a representar el famoso musical.
“Algunas compañeras en la congregación me decían que estaba desperdiciando mi don, pero para mí es al revés, porque con la música puedo llegar a la gente, acercarles a Jesús. El Señor no deja de sorprenderme, con Él tengo una relación de amistad. Para mí la música es el instrumento para tocar los corazones”, añade.
“Decidí venir a La Voz de Italia porque tengo un don.“Yo canto en la iglesia todos los domingos”, refiere la religiosa.
Tutelada durante el concurso por el rapero italiano D-Jax, la monja italiana pronunció el Padre Nuestro como agradecimiento por su triunfo.
Su victoria la hizo acreedora de un contrato discográfico con la productora Universal, luego de haberse codeado en el escenario con Ricky Martin y Kilye Minogue.
Durante la gala final, la monja, animada desde las gradas por algunas de sus hermanas ursulinas, interpretó populares bandas sonoras como la de ‘Flash dance’ (1983), ‘What a feeling’, de Irene Cara, o como la de la cinta del director italiano Roberto Benigni, ‘La vida es bella’ (1997), ‘Beautiful that way’, entre otras.
Pero el punto álgido del programa llegó cuando los concursantes tuvieron que cantar una canción propia.
En este momento, sor Cristina interpretó su canción inédita ‘Lungo la riva’, muy rítmica y de estética góspel.
Tras su actuación, la artista Raffaella Carrà, quien forma parte del jurado de este concurso de talentos, afirmó que Scuccia había nacido para “vivir sobre un escenario”.
Finalmente y tras más de tres horas de programa, la religiosa derrotó con su voz a sus tres oponentes en esta final: Tommaso Pini, Giacomo Voli y Giorgia Pino.
Una vez proclamada campeona de la segunda edición del concurso, emitido en Italia por el canal Rai2.
De este modo, la religiosa pone fin a su sorprendente recorrido en este programa de televisión, en el que debutó con su voz enérgica, su sonrisa y la sobriedad de sus hábitos monacales el pasado 20 de marzo, sorprendiendo con la interpretación del tema “No one”, de Alicia Keys, al jurado, compuesto por los artistas italianos Raffaella Carrà, Piero Pelù, Noemi y el rapero D-Jax.
Sor Cristina ganó las diferentes etapas del concurso con temas como ‘Living’ on a prayer’, del roquero Bon Jovi, ‘Girls just wanna have fun’, de Cindy Lauper o ‘The time of my life’, la banda sonora de la conocida película ‘Dirty Dancing’ (1987).
Ahora, con el contrato con Universal Music queda por saber en un futuro si combinará su carrera musical con sus tareas religiosas. Eso será decisión de ella.