Savages: ‘palpa’ la vida de las personas dentro de los carteles
La historia cuenta el enfrentamiento entre un grupo de jóvenes estadounidenses con un cartel mexicano cuando este último quiere absorber su exitoso negocio de cultivo y distribución de marihuana.
Uno de los bandos en este sangriento “juego de ajedrez” está integrado principalmente por Ben (Aaron Johnson), su amigo Chon (Taylor Kitsch) y la amante de ambos, Ophelia (Blake Lively).
El bando contrario lo lidera la matriarca Elena (Salma Hayek) junto a su perro de presa llamado Lado (Benicio Del Toro) y su administrador Alex (Demian Bichir). Además del corrupto agente de la DEA (John Travolta), quien es un jugador imparcial.
La película narra de cerca los hechos violentos que se viven en la frontera con los Estados Unidos y los carteles mexicanos donde hacen cualquier cosa por cuidar sus plantaciones de marihuana.
El filme, dirigido por el cineasta estadounidense Oliver Stone, pretende reflejar el estilo de vida de una sociedad de los años 80 consumida por la violencia, el sexo y las drogas.
La historia se desarrolla en Laguna Beach, el centro costero del condado de Orange, California, donde acogen a gente privilegiada sin nada que hacer: adolescentes con demasiado tiempo libre y dinero; hombres y mujeres que gozan de una eterna juventud gracias a los servicios de numerosos cirujanos plásticos. Sin embargo trabajar de forma ilícita les traerá problemas tarde o temprano a pesar de los lujos.
Los primeros minutos establecen convincentemente una relación más allá de lo carnal. La inmediata y poco romantizada escena de sexo nos dice que será un cuento para adultos. Así de creíble es también la violencia. El paradisíaco paisaje del Sur de California contrasta con las gráficas secuencias de torturas en México.
Ese sadismo está personificado en el papel de Benicio Del Toro, un sociópata desalmado que disfruta jugar con sus presas antes de matarlas, al muy estilo del Joker en la película de Batman: Dark Knight con el fallecido Heath Ledger.