El líder del grupo Los Corvets que fuera popular en los años setenta, Roberto Vallarino, falleció ayer por la mañana presuntamente de un paro cardíaco. 

Uno de los amigos del músico, Gustavo Pacheco, contó que apenas le comunicaron el hecho se dirigió a la morgue, donde tienen el cuerpo, para darles el pésame a sus familiares. “Preferí retirarme porque el momento que viven es muy duro, pero pienso regresar más tarde cuando ya estén más tranquilos”.

Aseguró que al igual que pasó con Jinsop, el país pierde a uno de los músicos más importantes de la historia. “Roberto era de los pocos amigos buenos. Un tipo humilde, pero sobre todo sencillo que se convirtió junto con su hermano Alberto en uno de los líderes de la juventud de la música”.

El cantautor, que paralelo a su carrera musical descubrió otra de sus pasiones la quiropraxia, empezó a tocar el bajo en Los Corvets a la edad de los 13 años. Desde entonces no paró de cultivar su gusto por este instrumento.

Este año la agrupación que le dio un giro a la música en el país cumplió 50 años de trayectoria. Para dicha celebración tenían previsto hacer un especial, pero que con su deceso ya no será posible.