Robert De Niro tildado de mujeriego y cocainómano
Despótico, mujeriego, adicto al sexo y a la cocaína... Así describen a Robert De Niro en De Niro: A Life, la última y más polémica biografía del actor de Hollywood.
Según narra el libro, en la época de Toro salvaje y El cazador, De Niro se sumió en una espiral de consumo de cocaína y de noches desbocadas en Nueva York y Los Ángeles. Cuentan que durante esos meses, mantuvo una tóxica amistad con el actor cómico John Belushi, quien murió a causa de una inyección de cocaína y heroína. Es más, la biografía relata que De Niro había estado en la habitación de Belushi la madrugada anterior a su fallecimiento en febrero de 1982. Robert había pasado una noche de excesos junto a Robin Williams y se retiró sobre las tres de la mañana al hotel Chateau Marmont de Los Ángeles, donde se hospedaban ambos.
Shawn Levy, biógrafo del libro, asegura también que Robert De Niro fue un mujeriego. Tuvo una vida sexual atormentada, y antes y después de la separación de su primera mujer, Diahnne Abbott, el actor de El Padrino II tuvo un rosario de amantes, entre las que destaca a Bette Midler, Whitney Houston, Uma Thurman, Naomi Campbell y a la cantante Helena Springs, a la que supuestamente dejó embarazada estando aún casado con Abbott.
Después de que De Niro le rogara que no abortara, cuenta la biografia, Helena dio a luz a una niña llamada Nina y el actor la reconoció como su hija. Diez años más tarde, un test de paternidad constató que no era suya.
El actor no se ha pronunciado al respecto y está concentrado en el homenaje a su padre pintor con un documental que muestra cartas, diarios personales, imágenes familiares y entrevistas bajo el nombre de Remembering the artist Robert de Niro, Sr., que dura 40 minutos y en el que explica también el tipo de relación entre padre e hijo.
El filme se presentó el domingo en Roma, contando la vida de De Niro padre, un pintor figurativo de gran talento, con cuadros colgados en las salas del MoMa y del Metropolitan de Nueva York, pero que no gozó de la fama del hijo.
De Niro aceptó leer en el documental alguna página de los diarios del padre, pero reconoce que no los ha leído totalmente: "Creo que aún no me ha llegado el momento para sumergirme en esas páginas; estoy convencido de que llegará el día, aunque seguramente mis hijos las leerán antes que yo".